¿Existen psicópatas en la cultura? y Bárbara Blasco

08 de abril 2025

Estos días, supongo que continuará durante varias semanas, a raíz de un acontecimiento de un libro, los periódicos están llenos de artículos y noticias sobre este tema, e incluso las tertulias de radio y televisión.

No deseaba entrar en este tema, menos en la actualidad del tema, pero siempre me he planteado el problema del mal; por tanto, siempre he acabado en el tema de la psicopatía.

Hace unas décadas se hablaba de esta realidad entre psicópata o sociópata. Y, según algunos autores, la psiquiatría mostraba algunas diferencias entre estas dos clasificaciones. Actualmente, desconozco qué situación tiene esta realidad práctica y teórica. También es cierto que para explicar las realidades del bien y del mal sucedidas en la Historia e historia, especialmente el estudio del siglo veinte, cuando se produjo un "mal radical organizado industrialmente", los humanos llevamos décadas de siglos planteándonos el problema del bien y del mal.

El mal y la maldad son esas hecatombes negativas del siglo veinte, pero existe y existió mucho bien y bondad en el siglo veinte, encarnadas en personas, por ejemplo, Pío de Pietrelcina, y también en multitud de normas: Sanidad Universal, Derechos Humanos Universales, Democracia como sistema universal de entendernos en el mundo, la Dignidad de la Mujer igual a la del Hombre, etc.

Estos días, supongo que continuará durante varias semanas, a raíz de un acontecimiento de un libro, los periódicos están llenos de artículos y noticias sobre este tema, e incluso las tertulias de radio y televisión. Y debo confesar que he intentado no tocar el tema, porque existe un capítulo, duro y grave, que se habla con taxonomía de los "psicópatas incardinados en la sociedad".

En definitiva, esos que pueden estar al lado nuestro y no darnos cuenta de ello. Que siempre tienen una excusa o motivo para hacer un mal, y demasiadas veces encima son tomados como buenos; las víctimas son los malos, y los verdugos son los buenos. Antes, hace unas décadas, se hablaba que la población psicópata en mayor o menor grado era el uno por ciento; ahora se habla de un poco más. Puede que esos psicópatas no hagan crímenes de sangre nunca, pero sí hacen y destrozan a otras personas, o lo intentan, cercanas o lejanas. Esta es la realidad. Es más, demasiadas veces son más estimados y estimadas que las personas de buena voluntad, más incluso que los que sufren sus psicopatías... Se buscan una razón que guste al grupo y destrozan a otros individuos –en los trabajos, en las familias en sentido amplio y restringido, en las entidades sociales, y en multitud de lugares y tiempos–.

Me he encontrado, por este viaje que voy haciendo por el articulismo de hoy y de estos tres siglos, con un artículo que ya el título me ha llamado la atención:"Psicópatas culturales", firmado por la notable escritora y periodista Bárbara Blasco, publicado en El Mundo, el día 25 de marzo del 2025. Debo confesar que el título del artículo me ha llamado la atención, cosa que es real. Las personas que nos dedicamos a la cultura, hayamos tenido éxito o hayamos fracasado, somos conscientes de que nos hemos encontrado personas de una alta moral en estos terrenos, pero otros tienen una baja moral. Es la realidad: pueden llegar a ser genios o genias en sus artes, pero su corazón tiene heridas enormes...

Voy a citar una frase que me parece genial de esta escritora y de este artículo, la pondré textualmente: "En esta vida he conocido a algunos 'psicópatas culturales', gente con una gran sensibilidad para un libro, para una película, capaces de conmoverse hasta las lágrimas con un personaje, con una estética, pero incapaces de cualquier empatía hacia el ser humano que tienen al lado". Creo que esta frase es genial y es una obra maestra en sí. Es aquello, salvando las distancias, que llevamos décadas rompiéndonos la cabeza. Aquellas personas que por la mañana gestionaban un campo de concentración en Europa central hace ocho décadas, y por la tarde jugaban con sus hijos, y por la noche asistían a un concierto de Mozart y Bach y Wagner y Beethoven... Este es el misterio de la vida, uno de los misterios de la vida...

Llevo toda la vida, en mis posibilidades conceptuales e intelectuales, intentando descifrar el misterio y el enigma del bien y del mal. Debo confesarlo. Hay escritos y textos personales repartidos por diversos lugares. Pero debo confesar que estas frases de esta autora tocan la esencia de este problema. Yo podría indicar algo semejante, pero no citar a esta escritora y articulista –que por otro lado, nadie piense mal, no conozco, ni supongo jamás conoceré–. Pero creo que hay que dar al César lo que es del César...

Personalmente, yo siempre me he preguntado que para descubrir el misterio del mal, hay que escuchar y oír a las personas que hacen el mal. Creo que hay que escucharlas, y quizás así entenderíamos mejor el mal y la maldad, y quizás así podríamos curarlas de alguna manera, o que no fuese tan extenso el mal que se hace, igual que el médico estudia y analiza e intenta curar la enfermedad de la persona enferma.

Creo que desde todas las ciencias sociales, la filosofía, las artes, las teologías tenemos que estudiar el problema del mal. Es más, algunas veces he pensado que, con todo el respeto y dignidad del mundo, cuando alguien que ha sido condenado y sentenciado como que ha hecho un mal enorme, se debe cuando fallezca estudiar su cerebro, quizás para entender mejor el mal, quizás para intentar preverlo y prevenirlo y curarlo, en la medida de lo posible...

Debemos terminar este artículo. Uno mismo que lleva décadas en la cultura, uno se hace la misma pregunta que el artículo que mencionamos, cómo también en la cultura existen tantos "psicópatas incardinados en la sociedad". Alaban a los maestros y profetas muertos, pero pisan a los vivos. Solo quieren ser ellos o ellas los protagonistas. Un día se debería escribir sobre el navajeo en la Cultura. Un día o una tarde... Paz y bien y bondad...

 

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