Estampas inmobiliarias

06 de marzo 2024
Actualizada: 18 de junio

La oferta íntegra inmobiliaria -suelo, vivienda, venta, alquiler… todo- está secuestrada por el Estado. Por eso el problema crece con una oferta hiperregulada que impide los ajustes que genera una libre economía de mercado. Han montado como chivo expiatorio a las viviendas turísticas cuando la causa principal y única es la intervención desbocada del Estado en todo el sector, por tanto, en el desarrollo de la ciudad

Después de la guerra incivil y con el país devastado y en la miseria parece que la Dictadura se dedicó a hacer viviendas para los pobres. Tanto es así que España aún figura en primer lugar en el ranking europeo de vivienda social: mientras 1 de cada 2 familias accedieron a la propiedad de una VPO, a nivel europeo se han fijado más en el alquiler social, asunto que favoreció a 1 de cada 5 familias. Somos desde esa época una sociedad de propietarios puesto que la propiedad de la vivienda llegó, desde el 50% en 1950, a un máximo del 80% en el 2001, desde ahí va descendiendo el porcentaje hasta el actual 75,1%. En la UE está aún en el 69,7%, cuestión que como vemos nace con la instauración del Ministerio de la Vivienda en plena dictadura del general Franco. A la par hay que recordar que la mayoría de las familias no tenían casa y vivían en régimen de alquiler: en Madrid y Barcelona más de un 90%, por ejemplo. Cuenta el general Vernon Walters -enviado por Nixon en 1972 para ver cómo andaban las cosas con un dictador ya anciano- que, al preguntarle su opinión sobre la situación española, el dictador contestó que no se preocupara porque voy a dejar algo que no encontré al asumir el Gobierno de España hace cuarenta años: la clase media.

Junto al impulso a la propiedad como forma de acceso a la vivienda, la intervención pública impuso trabas al mercado del alquiler que limitaron su desarrollo. Tuvo graves consecuencias en este mercado la I Guerra Mundial: con el fin de proteger a los inquilinos todos los países introdujeron la prórroga obligatoria de los contratos de arrendamiento y la limitación de la subida de los alquileres en relación a los existentes en 1914. Este famoso Decreto Bugallal rompió lo que venía operando desde el XIX, que eran los acuerdos libres entre las partes. Mientras en Europa estas medidas excepcionales y transitorias se aplicaron en un corto espacio de tiempo, España las incorporó a su legislación de tal manera que hoy convivimos con este proceso nacido en ille tempore: la reducción del mercado del alquiler. Los propietarios no ponen en el mercado sus viviendas -fruto del ahorro y esfuerzo de tantos años- si no hay condiciones legales que respeten los derechos de propiedad. Si el mercado del alquiler es un mercado intervenido -a través de la congelación/limitación de rentas y la aplicación de una prórroga forzosa en los contratos-, a la propiedad se le expropia su libertad de contratar o no contratar, y ante esto se retira del mercado. El mercado intervenido frena el desarrollo del alquiler limitando la oferta y presiona los precios al alza. Esto lo sabe un indio paiute pero los gobernantes de izquierda no. Si intervenimos el precio del pan desaparece el pan, el bueno. El malo se despliega íntegramente para la ciudadanía: la casta se nutrirá de hornos privados y escondidos a la vista del populacho. Es el socialismo.

No sé el porcentaje de impuestos que le cae al gas-oil y a la gasolina, pero la carga fiscal sobre la vivienda se estima en una cuarta parte del precio. Si un piso cuesta 200.000 €, lo que se paga de impuestos -entre todos los intervinientes- son 50.000 €, si no más. ¿Esto es razonable? ¿Hay por donde cogerlo? ¿Cómo hemos llegado a estos niveles de expropiación? Hay que pensar que este 25% es el impuesto directo, pero es que los 200.000 € de coste es ahorro mensualcon el sudor de tu frente que viene de pagar impuestos por IRPF -otro 25%, mínimo-. ¿Es una estructura institucional respetuosa con el ciudadano? ¿O es una imposición a la antigüa usanza en la que el ciudadano no pincha ni corta ante una burocracia estatal fuera de control? ¿Nos toman el pelo? ¿Casta? Casta: grupo que forma una clase especial y tiende a permanecer separado de los demás. Son un grupo aparte dedicados a mantener a toda costa sus privilegios, grupo que en el curso de los años han creado para su amparo y defensa un escudo en el que no penetran las leyes que a todos nos obligan; dedicados a mantener como sea sus puestos en la burocracia estatal para no volver a trabajar en su vida bajo ninguna circunstancia pues no tienen otro medio de vida alternativo: antes de estar en la burocracia no han trabajado en su vida; imponen todo tipo de impuestos, tasas y contribuciones como ignorantes y como tales malgastan a manos llenas mientras el ciudadano que trabaja, pelea y paga se lo consienta.

 

Tengo solamente un panel del parque de viviendas que hay en España del año 2011, publicado por el INE:

 

Que cuadra bastante bien con el número de hogares, año 2020: 18.754.800, aprox. Si bien la pregunta que habría que hacerse es: ¿Cuánta demanda de vivienda existe? Habría que hablar con las promotoras privadas para conocer el dato, que son las que se juegan la vida con estos números. Analistas bancarios estiman que hay un desequilibrio de 500.000 viviendas, cuestión que tiene una consecuencia directa en los precios pues, ante una menor oferta, los precios suben; y por otro lado la producción de viviendas se ha reducido pese a que hay un stock de obra no vendida desde la crisis cercana a las 450.000 viviendas que siguen sin colocarse, teóricamente por estar en zonas de baja demanda. O sea, que para ajustar los precios a la baja hay que incrementar la producción de vivienda: ¿bajamos los impuestos? ¿bajamos la intervención en el suelo? ¿anulamos la montaña de burocracia que supone suelo+urbanización? ¿O montamos otra ley manteniendo las múltiples intervenciones sobre los libres acuerdos entre las partes?

 

Si el mercado del alquiler está parado y su situación se deteriora de día en día ¿hacemos algo? ¿echamos abajo esta legislación, este socialismo inmobiliario?: para que haya pisos en alquiler, para que bajen los precios, para que haya más oferentes en el mercado. El presidente argentino tuvo a los zoquetes más grandes -campeones del mundo- que consiguieron acabar con los pisos en alquiler con las mismas medidas que ponen en funcionamiento en este lado del Atlántico. El presidente argentino ya ha conseguido bajar el coste de los alquileres en un 20% de media, porque los propietarios han visto liquidada la legislación socialista y han puesto en el mercado sus propiedades. Ellos están iniciando el camino de subida. Nosotros vamos de bajada desde hace años. Porque la carraca de estos frailes nace de una mirada marxista, cansina, perezosa, en la que los propietarios que poseen la riqueza, desde su posición, dizque explotan a los inquilinos para obtener beneficios excesivos. Esto se encuentra agarrado como una lapa en la cabeza de gente adulta. Más del 95% de los alquileres tiene lugar entre particulares, los que ya han conseguido ahorrar y quieren obtener una rentabilidad por su vivienda, por un lado, y por el otro el que demanda el bien y se encuentra en una posición financiera individual o familiar en la que no puede acceder aún a la compra de una vivienda. Libre concurrencia de intereses y precios. Pero como si fueran fondos buitre. Igual. El fondo buitre ha comprado propiedades que nadie quiso, que están a medio hacer, abandonadas en mitad de la crisis…etc, se dedican a comprar estas promociones para luego venderlas. ¿Qué pasa? ¿Quiénes son los fondos buitre? Los fondos buitre son gente como usted y como yo que tenga inversiones financieras, un fondo de inversión, por ejemplo. Alguno invertirá en este tipo de mercados. Los fondos buitre se dedican a levantar propiedades que hace tiempo acabarían en ruinas que observaríamos durante años. Denostan la actividad de los fondos buitre como si el sonido de la frase fuera un sonajero: la música fondobuitre les colma de satisfacción.

Last but not least: la ocupación. La ocupación de una vivienda no le preocupa lo más mínimo a esta gente adulta y cuando se entera de algo así se echan a dormir. Que asalten la propiedad les preocupa poco: bien resguardados y acolchados observan el mundo desde la soberbia que les produce la ideología baratita del socialismo y saben qué hacer en todo momento. Los gritos de ira de la familia a la que le han robado su casa no llegan a los oídos del socialismo, porque la ideología es sebo en sus oídos. La ocupación y robo de propiedad tiene su articulado en el socialismo inmobiliario: por eso no hay pisos en el mercado.

 

Calculan que en Madrid hay miles de pisos sin alquilar. Cifra que ha aumentado en los últimos tiempos en cuanto que muchos propietarios han retirado sus propiedades del mercado ante el aumento de legislación intervencionista. Parte de estos pisos se han ido al alquiler turístico -antes recibíamos a 60 millones de turistas, en estos años estamos superando los 80 millones- que, con las nuevas tecnologías, crean alquileres más asequibles, y otros pasan directamente al mercado de venta de viviendas para salvar la imposición intervencionista de la rama inmobiliaria del socialismo, para encontrarse de bruces en la operación de venta con la capacidad extractiva de la burocracia ignorante. Ignorante porque desconocen -pudiendo saberlo- que lo que hacen es incrementar la pobreza general de la nación.

La oferta íntegra inmobiliaria -suelo, vivienda, venta, alquiler… todo- está secuestrada por el Estado. Por eso el problema crece con una oferta hiperregulada que impide los ajustes que genera una libre economía de mercado. Han montado como chivo expiatorio a las viviendas turísticas cuando la causa principal y única es la intervención desbocada del Estado en todo el sector, por tanto, en el desarrollo de la ciudad. Por tanto, en el desarrollo de sus ciudadanos. El bienestar se dispara en todo el mundo porque cada vez más gente sale de la pobreza y tiene la oportunidad de insertarse en la clase media global, de modo que se verá cómo la demanda turística sigue aumentando. Cuando los millones de indios alcancen la clase media en muy pocos años estarán descubriendo España en un santiamén de vuelos Nueva Delhi-Madrid. Son tantos como los chinos. Un 10% de los visitantes internacionales utilizó las aplicaciones de hospedaje, de modo que 8 millones de personas contribuyen notablemente a la economía, democratizando los beneficios del turismo.

 

¿Tenemos que pagarle la vivienda a alguien? ¿Por qué? ¿A quiénes? ¿Cuántos son?