De mi etapa universitaria siempre recordaré, entre otras muchas cosas, las clases de Fiscalidad de Miguel Vázquez-Taín, del que fui alumno durante un par de cursos y con el que volví a coincidir hace poco en uno de los muchos actos que organiza el Colegio de Economistas de A Coruña.
Si bien en aquella época tener que estudiar aquellas torres de apuntes resultaba, por decirlo de alguna manera, poco apetecible, a día de hoy creo que las distintas promociones que hemos pasado por sus clases aprendimos, más allá de la mucha o poca teoría que recordemos, una idea fundamental que Taín nos repetía constantemente: la importancia de contar con una correcta fiscalidad como pilar fundamental sobre el que descansa el funcionamiento de una sociedad.
Más allá de la recaudación de impuestos, una estructura fiscal acertada es primordial para mantener los servicios públicos, potenciar la equidad y asegurar un desarrollo sostenible.
En cualquier sociedad que se considere justa, los impuestos son los instrumentos que permiten una redistribución de la riqueza, financiando la educación, sanidad, programas sociales o infraestructuras de las que nos beneficiamos todos y todas. Para ello una fiscalidad progresiva, es decir, en la que aporten más los que más tienen, es fundamental.
Junto a lo anterior, la transparencia fiscal es también un elemento necesario. Una correcta divulgación de los deberes fiscales y un sistema impositivo claro crea confianza en las distintas administraciones en general y en el sistema tributario en particular favoreciendo la cooperación y disminuyendo la evasión fiscal.
Además, una fiscalidad adecuada es fundamental para la sostenibilidad económica ya que con una correcta estructura, los impuestos pueden promover la inversión en sectores clave, potenciar la innovación etc. estimulando la actividad económica y la creación de puestos de trabajo.
En definitiva, una fiscalidad efectiva es mucho más que la recaudación de impuestos y no podemos reducir el debate a ello. Es un eje vertebrador de las sociedades justas y desarrolladas cuya correcta planificación y desarrollo impacta no sólo en el presente, sino que también sienta las bases para un mañana mejor para todos y todas.