La diferencia es la preposición

22 de noviembre 2024

Esta semana he acabado de ver una serie sobre el famoso atraco al Banco Central de España en los años ochenta.

Los atracos a bancos eran algo bastante frecuente en aquella época por la situación tan convulsa que vivía el país.

Después de ver una serie o leer un libro sobre temas que me interesan, me quedo un tiempo pensativo, rumiando sobre el tema, y trato de buscar información para profundizar más, sobre todo, en el entorno histórico que envuelve la trama. Por eso, he dedicado algún tiempo a revisar los periódicos de la época, y me encontré con muchos titulares de atracos en bancos.

Como en la vida todo está relacionado de una u otra forma, y la cosa iba de bancos en mi cabeza, me desperté una mañana con una nueva noticia relacionada con ellos. Pero el titular no decía nada de un atraco, a pesar de que la posibilidad de que se había producido un robo era evidente. Me explico.

Decía el periódico, que el Banco Santander había obtenido un beneficio récord en el primer semestre del año, concretamente en los primeros nueve meses. Por cierto, la enésima noticia de beneficio récord de un banco, porque cada vez que publican beneficios siempre la última cifra es récord, lo que significa que no dejan de sumar.

Me pasa lo mismo con los alijos de droga, siempre el último es el mayor de la historia. Pues los bancos igual, encadenan cifras récord de beneficios cada vez que salen noticias sobre sus resultados. Reconozco que ambos récords son preocupantes, aunque no los pongo al mismo nivel.

Como las noticias económicas son difíciles de entender, me quedé con un dato que me pareció significativo y, a la vez, si me lo permiten, indecente. Decía que entre los meses de enero y septiembre, el banco Santander obtuvo unos beneficios netos, es decir, descontando impuestos, de 35 millones de euros diarios. Si, han leído bien, ¡35 millones de euros al día!

Es decir, hoy viernes se embolsan 35 millones de euros, mañana sábado otros 35 y ayer jueves lo mismo. Y así cada día de todos los días del año.

Al parecer, el motivo de este 14% de incremento sobre los beneficios del año pasado, se debe al aumento en las comisiones por las hipotecas. O lo que es lo mismo, por sangrar al currante que se pasa la vida pagando para poder vivir en un piso cutre. Dinero perfectamente prescindible y que debería estar en los bolsillos de la gente que le cuesta llegar a fin de mes. Por eso creo que los atracos ahora son al revés, y que la portada de esta semana debería haber titulado "Nuevo atraco de los bancos".

Entre tanta desfachatez de beneficios, colaron un pequeño párrafo para que el currante se quede tranquilo. El Euríbor ha bajado, y eso supondrá un ahorro medio de unos 1.500 euros anuales en las hipotecas. ¡Hurra! Con eso nos conformamos. Con unos cacahuetes para pasar el día mientras ellos se forran a nuestra cuenta con nuestra cuenta.

Así ha sido toda la vida y así seguirá siendo. Somos hormigas que trabajamos para las reinas, que cuando les hacemos falta aflojan un poco, pero cuando ven que nos estamos subiendo mucho a la parra, pegan otro tijeretazo para devolvernos a nuestro sitio.

Lo dicho, los atracos ahora no son tan vistosos como los de los años ochenta, pero son mas efectivos. Es solo una cuestión de preposiciones, antes eran "en", y ahora son "de" los bancos.