31 de agosto 2022

Estos días se celebran las "XIII Xornadas de Sanxenxo na Historia" donde la historia, cultura y tradiciones populares sanxenxinas son las protagonistas. Aunque se hablará de muchos temas, me quedo con uno del primer día, la charla sobre la Casa-Coto de Dorrón más conocido como Pazo de Bermúdez de la Maza. La charla la dio Salustiano Joaquín Méndez Lariño (o Tano) que vivió de los 3 a los 25 años en este pazo que heredó su padre Don Santiago Méndez Monroy (maestro de Aios, Bordones y Dorrón). Tano y sus 6 hermanos fueron la última generación en vivir en la Casa-Coto de Dorrón que contaba de aquella con unos 60.000 metros cuadrados de terreno.

Tras su jubilación, Tano decidió estudiar la historia del pazo y la genealogía de los que la habitaron a lo largo de varios siglos. Muchos de los documentos usados para dicho estudio estaban en el propio pazo. El primer documento en el que se habla de la casa es un testamento que data del 14 de abril de 1347. ¡Casi 700 años! El pazo ha pasado de padres a hijos desde Don Pedro Arias de Aldao hasta Don Santiago Méndez Monroy, lo cual Tano tiene perfectamente documentado. El primogénito heredaba todas las tierras ya que no podían dividirse debido al "mayorazgo" aunque con el tiempo esto cambiaría asociado muchas veces a problemas económicos. Cinco veces fueron mujeres las herederas a lo largo de los siglos. Desde principios del s. XVII los vasallos debían trabajar un día gratis para el noble de la Casa-Coto y además pagarle 4 maravedís/año, y en este siglo se construyó una Torre del Homenaje la cual no existe en la actualidad. A lo largo de los siglos el pazo fue cambiando de manos, e incluso hubo épocas de estar medio arruinados y un matrimonio con buena dote solucionar todos los problemas. Eso eran tiempos... Tano mostró fotos de la casa en las cuales describió algunos cambios que hizo su padre, y comentó que poco quedaba de la casa original de siglos atrás excepto las gárgolas, el reloj de sol, un tú y yo (asientos de piedra), el palomar y el hórreo creo del s. XVIII.

Tano habló también del papel de su padre, Santiago Méndez Monroy, como "el último señor de la Casa-Coto de Dorrón" y que había nacido en 1895. Su padre usaba gafas y llevaba el pelo algo largo. No se quitaba las gafas en público porque muchos pensaban que tenía vista de más (aunque era miope) y que si se las quitaba podría causar un mal de ojo… Caminaba a Bordones para dar clase a diario por una senda que había, y me dice mi madre que lo conoció, que mientras caminaba iba leyendo, de lo memorizado que ya tenía el camino. Consiguió la escuela para Dorrón que es lo que hoy en día se conoce la Casa de la Fábrica donde se guardaban los santos, hacían catequesis… que está justo a la entrada del pazo, y esto permitió al Sr. Santiago ahorrarse esas largas caminatas para dar clase. Abrió la escuela nocturna para mayores en Dorrón para acabar con el analfabetismo. Recuerdo que mi padre que nació en 1927 me decía que el aprendiera a leer y escribir en la escuela nocturna. No puedo decir si era esta, pero posiblemente. Don Santiago Méndez fue concejal de Sanxenxo pero acabo dimitiendo al año o así porque pedía un lavadero para Dorrón y no se lo concedieron. Tano destacó acciones de su padre a lo largo de los años como ayudar a agrandar el campo de la Bouza donde se hacen las fiestas de Dorrón, a construir la capilla del Carmen o fundar una Asociación de Ganaderos para censar los animales de Dorrón y ayudar a los ganaderos (por ejemplo, si se le morían animales por un accidente…). Ayudó a conseguir la carretera para Dorrón que estaba incomunicada ya que solo existía la carretera de la costa (La Unión) y la de Meaño (Balea). Me cuenta mi madre que cuando mi abuelo volvió de Argentina a mediados de los años 1940s dejó las maletas y baúles en Os Cotos y de ahí hasta Recarey los subió en carro de vacas por los caminos, ya que no había carretera. O como cruzaban el valle andando por caminos embarrados y pedregales para coger el Balea para ir a Pontevedra. Don Santiago ayudó a conseguir la carretera que unía Os Cotos con la iglesia y para ello pidieron por todas las casas y el que no podía dar dinero ayudaba unos días trabajando en la carretera. Ya el tramo que va de Recarey hasta el cruce de Armenteira la construyó más tarde la Diputación. También hablaba con los padres cuyos hijos veía tenían potencial para estudiar, y les ayudaba a conseguir becas o hablaba con los padres que igual no tenían dinero, pero si tierras y les comentaba algo así como "Vende as terras, para que teu fillo estudié… eso valdralle maís para o seu futuro". Él les ayudaba a prepararse para el ingreso, etc.

Sin duda muchos recordarán esos años con nostalgia, otros no los vivimos, pero debió de ser una época dura pero bella a la vez, otros tiempos. Tano recuerda como al salir de la misa se iban a jugar al fútbol al campo de la Bouza, recuerda los partos de las vacas cuando nacían los becerros y como negociaba su padre para venderlos, a su padre caminando a diario a dar clase a Bordones cargando el zurrón en el cual llevaba la comida, las misas diarias de su padre que era un fervoroso católico, etc. Tano vivió también unos años en Pontevedra y recuerda los ruidos que hacían "as leiteiras" cada mañana, los que venían con el carro a vender leña o hielo, los panaderos… Solían decir cuando salían de fiesta "Ainda é cedo, ainda non chegaron as leiteiras".

Un asistente, Victoriano, comentó que conoció al padre de Tano y trató con él. Contó como un año el Sr. Santiago tuvo que pagar recargo por la contribución allá por los años 60s y desde aquella Victoriano le ayudaba cada año a hacer el pago para que esto no volviera a suceder. Recordó que cada año se hacía en Sanxenxo la reunión de la Junta Municipal de Enseñanza (Escuelas Unitarias) y se hacía una comida de confraternidad y de ahí la gente se iba a los cafés. El Sr. Santiago se iba a un café a jugar al Chapolín (una especie de billar), y cuando el bar cerró le compró al dueño el juego del Chapolín porque le encantaba. Comentó como un año haciendo censo y padrón y reunidos en la escuela de Dorrón, apareció una señora enviada por el Sr. Santiago con huevos, chorizo y vino y les dijo "Estes señores teñen que tomar as 11". Vamos, hacer un descanso y recobrar energía para seguir trabajando. Cerró Tano contando la anécdota de cuando vinieron Los Satélites de Pucho Boedo a tocar a Dorrón. Los Satelites cenaron en la escuela antes de tocar y no tenían vino. Fueron a casa de Don Santiago a pedirle si les vendía un par de jarras de vino, y este se las regaló. Y al comenzar a tocar Pucho Boedo dijo "Esta primera canción se la dedicamos al Sr. Santiago en agradecimiento por el vino". 

Ahora para acabar y contando con el testimonio de mi madre que cumplió recientemente 90 años. Mi abuela, Carmen, trabajó de cocinera de joven en la Casa-Coto de Dorrón, luego emigró a Argentina, y regresó a España como en 1930 con mis dos tíos, unos críos, que nacieran en Argentina. Mi madre nació en 1932 aquí y me cuenta que fue a la escuela y le daban clase alguna de las tías de Tano que eran maestras. Cuando trabajó allí mi abuela de cocinera ni Tano ni sus hermanos habían nacido, ya que esto fue antes de mi abuela emigrar. Mi madre no se acuerda de fechas exactas, pero por edades…debió de ser algunos años entre 1910-1920. Qué pequeño es el mundo.