Amor libre – poliamor

19 de noviembre 2024

En estos días de disfraces me he encontrado paseando por la calle- en un número no pequeño- a mujeres jóvenes que, literalmente, enseñaban el culo.

Días antes se produjo el caso Errejón. Todo ello me ha llevado a pensar en la juventud de los años sesenta (la mía) y en la importancia que tuvo por entonces, no podría ser de otra manera en tiempos de cambios importantes, el impulso, el crecimiento, la defensa que se hacía del "amor libre". La imagen y los libros de W. Reich se enarbolaban en las manifestaciones parisinas con el mismo entusiasmo, la misma determinación, que "El capital" o "El origen de la familia, la propiedad privada y el estado". Titubeaban todas las instituciones, la familia también, por supuesto. Los cambios fueron importantes, aunque después fuesen en su mayoría asimilados por la sociedad y aunque algunos de sus líderes más notorios resultaran integrados o se integrasen ellos de buena gana.

La sexualidad ha variado de una cultura a otra a lo largo de la historia. En la prehistoria hubo dos etapas. Una monogamia natural y otra cuya finalidad era asegurar el patrimonio de la familia. En el judaísmo la misión del matrimonio era asegurar la descendencia. La esposa hebrea compartía con otras esposas secundarias los favores del marido, pero si era infiel era ella la vilipendiada.

 En la cultura egipcia estaba tolerado el incesto y en Grecia la homosexualidad masculina. A partir de le edad media la Iglesia apuesta por el matrimonio en monogamia y se denomina demoníaco al instinto sexual. Lutero admite el primer divorcio para que Enrique VIII se case con Ana Bolena.

Mucho tiempo después Sigmund Freud asegura que sin represión sexual no hay cultura porque ella es necesaria para desarrollar una civilización.  Wilhem Reich, que se distancia de Freud se convierte en "apóstol" del freudomarxismo. Su "psicología de masas del fascismo", se escribe a partir de la represión sexual del pueblo alemán. Y en "La función del orgasmo" Reich asevera que sólo la liberación de la energía sexual facilita, permite, a través del orgasmo, la salud mental. Wilhem llega a preguntarse por qué Cristo debe ser sexualmente represivo.

Han pasado muchos años desde que las teorías de Reich fueron "devoradas" por la juventud de los sesenta, prácticamente los mismos desde que, en los primeros años setenta, la asociación estadounidense de Psicología retiró a la homosexualidad como patología, como trastorno mental.

El nacimiento del movimiento "me too", que se produce al principio en relación al caso Weistein y el mundo del cine, ha supuesto un impulso importante en las reivindicaciones feministas y al llamado empoderamiento de la mujer que no se restringe al sexo. El mundo de la moda femenina – que ha aumentado que en ella se muestre más el cuerpo femenino -, el mayor liberalismo en las relaciones personales tanto masculinas como femeninas, la desvinculación del sexo con el establecimiento de parejas estables etc. ha hecho reflexionar a muchos expertos y expertas sobre el tratamiento de los cuerpos. Estar soltero hay estudios que lo relacionan con un porcentaje importante de depresión .  El amor libre sesentayochista está siendo desplazado por el poliamor que aporta libertad y placer pero acota o limita de manera no pequeña la feminidad a un hecho determinado por la realidad biológica, lejos de entenderse como una construcción social. Aspecto este en el que insistía mucho Simone de Beauvoir.

Naturalmente no se puede defender a Errejón ni a cualquier otro acosador pero si encarcelásemos a artistas y escritores de enorme importancia que infringieron el comportamiento correcto, carente de acoso o relaciones con menores nos sentiríamos bastantes huérfanos. Y me he encontrado con un artículo nada menos que de Pier Paolo Pasolini, que no era ningún ortodoxo mojigato precisamente en temas del sexo, que dice " hacer el amor es bello, también lo es hacer el amor de manera obsesiva, excesiva, anormal. Sin embargo no puede ser  el único interés: tiene que haber otros intereses digamos culturales. La libertad sexual "por sí sola" conduce a graves desequilibrios.