Señora de las pes y la gaviota,
Condesa de Bornos, Grande de España,
delirios de alcaldesa en la campaña,
convertidos en Espperanza rota.
Ministra de incultura y chirigota,
maestra del rencor y la cizaña,
allá el juez si se traga tu patraña
pero a mí no me tomas por idiota.
¡Alucino al saber que se financia
tu partido con untos y propinas!
¡Alucino de ver tanta mangancia!
¡Alucino si escucho tus pamplinas!
Y aunque suene un poco a redundancia:
¡Alucino al oír que tú alucinas!
Ya dirás tú qué opinas,
pero a mí ver a ésta tan campante
me resulta lo más alucinante!