"Abandonad toda esperanza, quienes aquí entráis" es la inscripción que el poeta y escritor Dante Alighieri encuentra en la puerta del infierno al iniciar su gran viaje iniciático en la obra magna de "La Divina Comedia", un viaje que le llevará desde el purgatorio hasta el infierno, intuyendo de este modo que uno pasa por la vida de manera circunstancial, y que en nuestra mano está el evolucionar o involucionar, mientras combatimos con las no pocas injusticias que soportamos a diario.
Ahora José Benito García saca a la luz "Abandonad toda esperanza", una obra que llegará a ser, sin lugar a dudas, una de las más emblemáticas que el escritor pontevedrés pueda llegar a escribir, una historia de buenos y malos, rasgueada y masticada desde la conciencia imparable de un autor que lucha día a día por ser una persona buena, equitativa, un hombre que procura enriquecerse gracias a las incontables lecturas y los hechos que han ido sucediendo a lo largo de su vida.
No es de extrañar, dicho lo cual, que la faceta artística de José Benito sea digna de evocación, presentándosenos como editor, novelista, divulgador cultural y colaborador en diversas publicaciones tanto de prensa escrita como digital; aunque, si algo se puede destacar como punta de lanza, es que estamos ante uno de los mayores y más grandes conocedores de la historia local pontevedresa.
La novela, "Abandonad toda esperanza", supone una dosis de sangre fresca, de historia universal, de palabras y de hechos penetrantes para aquellos lectores que tengan a bien aproximarse a esta gran aventura de épocas añejas, sociedades secretas y vampirismo incipiente, todo ello entrelazado entre el plano en el que habitamos y el desconocido y sutil más allá.
La lucha entre el bien y el mal, como piedra angular de esta sorprendente historia, nos hace pensar en quién somos, porqué hacemos lo que hacemos y hacia dónde se dirige -de alguna manera- la sociedad actual que, en esencia, sigue siendo la misma que hace un siglo, o dos…, es decir, casi nada nuevo hay bajo el sol (nihil novum sub sole).
Otro dato destacable a tener en cuenta sobre esta obra es que Pontevedra aparece como núcleo central del relato: lugares tan emblemáticos como los conventos de Santa Clara y San Francisco, la basílica de Santa María, y diversos personajes de la época (siglo XIX) logran que el lector pueda llevar consigo dicha novela por las calles de A Boa Vilae interpretar, a base de claves y enigmas, tan extraordinaria aventura.
Porque, tal y como sentenció en su día Jean-Paul Sartre, el infierno son los otros. Es decir, el averno lo constituimos usted, yo y todas las personas que nos rodean habitualmente, en lo cotidiano.