El que debía haber sido un día de alegría para todas aquellas personas que ansían obtener respuestas al trágico naufragio del Villa de Pitanxo, ha terminado desembocando en un embrollo judicial que amenaza el futuro de esta expedición.
El buque Ártabro de la compañía viguesa ACMS Shipping, contratada por el Gobierno para buscar los restos del pesquero hundido en Terranova (Canadá), zarpó del puerto de Vigo sobre las 14:45 horas. A bordo, unas cuarenta personas. Pero sin rastro de los peritos.
La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) remitió un oficio a la Audiencia Nacional para informarle de la salida del barco rumbo a aguas de Terranova, una decisión adoptada de manera unilateral y sin el aval de la Audiencia Nacional.
Así lo ha denunciado el propio tribunal, que ha advertido al Ministerio de Transportes que es la Audiencia Nacional quien debe coordinar la expedición para buscar los restos del barco.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, Ismael Moreno, que dirige la investigación abierta tras este naufragio, ha señalado que el barco ha salido de puerto "sin haber sido informado el juzgado y sin la coordinación con los peritos".
Uno de estos peritos que debe embarcar para supervisar todo el operativo "ni se encuentra en España", sostienen fuentes de la Audiencia Nacional.
Además de dirigirse al ministerio, el juez ha dado dos días a la Fiscalía y al resto de partes personadas en la investigación judicial para que emitan un informe al respecto.
Esta decisión de la CIAIM, según las familias de los 21 marineros fallecidos en el naufragio, "pone en peligro" la validez de las pruebas que se encuentren, ha dicho María José de Pazo.
Denuncian que la salida del buque "debe ser de acuerdo con el juzgado" y reprochan que la CIAIM esté haciendo "caso omiso" a los requerimientos de la Audiencia Nacional.
"Nos da mucha pena y mucho sufrimiento", ha reiterado De Pazo, que sostiene que "lo que queremos y lo que hemos luchado es que bajada del barco se realice con toda seguridad y con garantías legales" para no perjudicar la instrucción judicial.
La expedición debe contar con la intervención de los peritos judiciales y de las partes y de la propia CIAIM, que enviará a uno de sus miembros.
Consistirá en rastrear una superficie de 25 kilómetros cuadrados cada día y, una vez hallado el pecio, enviar un robot submarino para tomar imágenes de los restos del Villa de Pitanxo.