El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha informado que el Consello da Xunta celebrado este lunes acordó recuperar la concesión de cuatro autovías: O Salnés, Barbanza, Ourense-Celanova y Santiago-Brión.
Con esta medida se eliminan los peajes en sombra que se venían pagando anualmente lo que permitirá un ahorro superior a los 30 millones de euros al año para las arcas públicas gallegas, según ha señalado el presidente.
Esta operación será posible gracias a una cláusula de rescate fijada en las concesiones de las autovías. Xunta y empresas llegaron a un acuerdo para evitar litigios y dilatar el proceso.
El titular del gobierno autonómico manifestó que esta decisión se enmarca dentro de una estrategia "coherente" con las políticas de infraestructuras desarrolladas por la Xunta en los últimos años.
Dicha estrategia incluye la construcción de 220 kilómetros de vías de altas prestaciones libres de peaje, garantizando que ocho de cada diez gallegos tengan acceso a una de estas vías a menos de 15 minutos de sus hogares, así como la congelación de los peajes en las autopistas A Coruña-Carballo y del Val Miñor.
Por su parte, la conselleira de Vivienda y Planificación de Infraestructuras, María Martínez Allegue, indicó que con la medida aprobada se da un paso más hacia una red de infraestructuras "cada vez más extensa y económica para los ciudadanos".
Galicia cuenta hoy con unos 1.400 kilómetros de vías de altas prestaciones.
Las cuatro autopistas que pasarán a ser gestionadas por la Comunidad suman un coste total de 297 millones, y con esta operación se prevé un ahorro de 330 millones en peajes en sombra y mantenimiento hasta el final de las concesiones.
Martínez Allegue ha insistido en la necesidad de que también las autopistas de gestión estatal, la AP-9 y la autopista que une Santiago con Lalín, "dejen de estar entre las más caras de España" y su titularidad y centro de decisión pase a estar en Galicia.