La sección cuarta de la Audiencia Provincial ha dejado este lunes visto para sentencia el juicio contra un hombre vecino de O Vao acusado de amenazas, maltrato habitual y agresión sexual a su ex novia en su domicilio de Pontevedra. La vista oral comenzó la pasada semana, pero tuvo que retomarse este lunes para la declaración de dos testigos. Una vez finalizada, todas las partes han elevado a definitivas sus conclusiones provisionales y la Fiscalía pide que sea condenado a 20 años y 9 meses de prisión.
La fiscala del caso considera que el acusado es autor de un delito continuado de agresión sexual y ocho delitos cometidos en el ámbito de la violencia de género: uno de violencia habitual, seis de maltrato o lesiones leves y uno de amenazas leves. Además de la prisión, pide para él 30 años de prohibición de aproximarse a su víctima o comunicarse con ella.
En la segunda y última sesión, declaró por videoconferencia la actual pareja de la víctima, un hombre que relató que supo de la supuesta situación de maltrato poco después de comenzar la relación: "Me contó que la estaba amenazando, que le pegaba".
Este hombre también pudo presenciar amenazas vía telefónica. "Escuchaba cuando la llamaba" y le decía "hija de puta, cosas así", de modo que decidió hablar con el supuesto maltratador. Según testificó, le dijo "yo no quiero tener problemas contigo ni con nadie. Es mi pareja y me la tienes que respetar".
Tras esa conversación, una noche estaba en Vilagarcía, donde vivía, y su novia le llamó diciéndole que había tenido problemas con su ex, así que acudió a Pontevedra y a un karaoke en el que estaba el supuesto maltratador y se enfrentó a él, que supuestamente agredió y fue detenido por ello.
Por videoconferencia también declaró un familiar del acusado que estaba aquella noche y aseguró que le pegó "en defensa propia, fue lo que vi con mis ojos".
Este hombre no conocía a la ex de su familiar ni a su nueva pareja, pero asegura que aquella noche, en el karaoke, el nuevo novio entró directamente en el local y "le dijo unas palabras a mi primo", que le pegó. En su testimonio justifica esa agresión en respuesta a lo que le había dicho. "Ya sabe cómo son las leyes gitanas", se justificó.
La declaración fue desde prisión y protagonizó una de las dos anécdotas de la jornada al despedirse diciendo: "Venga, Luis, cuídate". La otra la protagonizó el novio de la víctima, que pretendía declarar mientras fumaba un cigarro y la magistrada presidenta del tribunal, Nélida Cid, tuvo que llamarle la atención.
Los hechos que se están juzgado ocurrieron en los años 2019 y 2020, tanto durante la relación de pareja como una vez que finalizó. Según sostienen la Fiscalía y la víctima, empezó por humillaciones y desprecios porque "no soportaba que su pareja mantuviera buena relación con el padre de su hija" y derivó en amenazas, maltrato habitual y agresiones sexuales, en una relación que transcurría en un "clima de terror".
Protegida por un biombo, la mujer rememoró la relación y el "miedo" que sentía, llegando a romper a llorar durante su declaración ante el tribunal. Él, sin embargo, lo negó todo.