El Gobierno de España acaba de expresar su intención de colaborar en la ejecución de la variante de Alba, que la Xunta prevé iniciar en torno al año 2027 para enlazar la carretera autonómica PO-531 con la carretera nacional N-550 en la zona de la Ferreira, en la parroquia de Lérez.
La Subdelegación del Gobierno acogió este lunes una reunión en la que participaron el subdelegado, Abel Losada, el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores; el concejal Cesar Mosquera; el director xeral de Infraestruturas de la Xunta, Francisco Menéndez, y el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia, Ángel del Río, además de técnicos del Estado y del Concello.
En la reunión abordaron las alternativas para la conexión de la variante de Alba y el subdelegado fue informado de un acuerdo plenario antiguo para solicitar la transferencia de la N-550 al Concello hasta el cruce de la actual variante de Alba (a la altura del restaurante Corinto).
Losada y los técnicos estatales dieron el visto bueno a transmitir esta petición, que abarca un tramo de unos 2 kilómetros, al Ministerio de Transportes, pero para mayor seguridad se propuso al alcalde que impulse un nuevo acuerdo plenario de acuerdo con las actuales circunstancias, dado que el estudio previo que se baraja desde el Concello ha cambiado en aspectos sustanciales.
Para el caso de que se opte por solicitar la conexión manteniendo la titularidad estatal, el Ministerio de Transportes tendría que elaborar un estudio de viabilidad en el que se valora, en primer lugar, el impacto sobre el tráfico de la N-550, que soporta 17.000 vehículos hacia el sur (dirección Pontevedra) y 8.000 hacia el norte. Un segundo aspecto sería la ordenación de los accesos peatonales a las viviendas y empresas de la zona.
Finalmente, se solicitará que el puente previsto sobre la AP-9 se dimensione adecuadamente ante una eventual y futura ampliación de la sección de la autopista.