Arrieros, mercaderes y labradores llegaron a la ciudad a mediodía de este sábado transportando el vino del Ribeiro que regará la fiesta durante toda la jornada. Es uno de los momentos más simbólicos de la Feria Franca, pues recrea el momento en el que llegaba a la Pontevedra del medievo el vino que acababa de ser cosechado, y cada año tiene una multitud de adeptos.
La Asociación Recreativa de Xeve se encarga en cada Feria Franca de escenificar la llegada de los carros con el vino del ribeiro y su entrada en la ciudad desde Ourense hasta Santa Clara y de ahí a la plaza de la Ferrería. Y, como cada año, esperaban cientos de personas que querían ver pasar a la comitiva y probar el primer vino de la temporada, demostrando aquello de "Pontevedra é Boa Vida, dá de beber a quen pasa".
El transporte del vino escenifica ese momento en el que gentes por doquier corrían hasta la ciudad coincidiendo con la apertura del mercado de un mes libre de impuestos con el que el rey Enrique IV premió a la Boa Vila su fidelidad, quince días antes y otros quince después de 24 de agosto, festividad de San Bartolomé.
En el año 1467 este transporte del vino recordaba que Pontevedra era una villa pujante y en 2023 demostró que hay ganas de fiesta.
Para acompañarlos, la Asociación Recreativa de Xeve contó con la participación de A Xanela do Maxín y Troula y con animación del grupo Duos Pontes. Y, como es habitual, la comitiva estuvo precedida por los dragones que son ya elemento imprescindible de la Feira Franca y de la ya tradicional boda medieval que cada año hace las delicias de los pontevedreses y visitantes.