Miles de personas han celebrado por adelantado la llegada del 2025 en Vilagarcía de Arousa, con una gran fiesta en la que las campanadas de fin de año han estado conducidas por los Mozos de Arousa.
Borja y Raúl Santamaría y Bruno Vila, conocidos tras haber participado durante casi año y medio en el concurso 'Reacción en cadena' de Telecinco, han sido los maestros de ceremonia de un evento con el que este municipio pontevedrés adelanta la toma de las uvas desde 1988.
Los tres jóvenes, que habitualmente colaboraban con esta fiesta repartiendo uvas, se han subido al escenario en esta ocasión para recibir el nuevo año.
"Son muy queridos y son de nuestra tierra", ha subrayado el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, que ha sido el encargado de presentar a los Mozos de Arousa, quienes con su presencia en televisión han contribuido a que Vilagarcía "sea un poco más conocida".
Después de agradecer esta "buenísima experiencia", Borja, Raúl y Bruno han explicado, como en cualquier retransmisión televisiva, el funcionamiento de estas campanadas, cuartos incluidos, que han sonado al compás marcado por el reloj del Concello.
Han recordado que esta fiesta nació en 1998 "como homenaje al voluntariado" y que se ha celebrado ininterrumpidamente desde entonces, salvo el año de la pandemia y, entre sus deseos para el nuevo año, han pedido un "tópico", salud para todos "que es lo más importante".
El Concello de Vilagarcía ha repartido para la ocasión 350 kilos de uva y 400 botellas de cava entre los asistentes, que se han congregado en la Plaza de Ravella para no perderse esta tradición, que ha incluido diversos espectáculos, juegos y música.
Esta 'Festa das Uvas' comenzó a calentar motores desde una hora antes del mediodía con el espectáculo de la compañía de música, danza y animación de calle de Nelson Quinteiro, que realizó una actuación sobre la danza del sol con reminiscencias celtas.
Tras recibir de forma anticipada el 2025 con confeti y el tradicional brindis, la fiesta estuvo amenizada por las rumbas de Pablo Balseiro y Os Verbenians y por una discoteca móvil que animó a los asistentes hasta la una y media de la tarde.
Durante todo el evento los asistentes tuvieron a su disposición un "pozo de los deseos", en donde han podido dejar sus cintas, escritas en ese momento, con sus peticiones para el nuevo año, que fueron llevadas hasta el cielo por los bailarines de Nelson Quinteiro.