El Entroido de Cobres en Vilaboa festejó su día grande este martes 17 con la tradicional celebración compuesta de actividades y juegos populares que se desarrollaron en el parque de Riomaior.
La jornada comenzó a las 16.00 horas con las pruebas del Galo no Río en la que los participantes intentan deslizarse por un palo sobre el río de un lado a otro hasta coger un gallo de plástico y el Galo na Vara en donde los jóvenes trepan por una estaca hasta alcanzar el muñeco.
A continuación, las comparsas se convirtieron en protagonistas con la presencia de las conocidas Madamas e Galáns. Tras esta intervención, se dio paso a la Corrida do Galo en la que los participantes persiguen al gallo de plástico por la explanada. A partir de las siete de la tarde tuvo lugar la "Queimada do Galo" con fuegos de artificio. En esta ocasión se cambió el lugar donde se desarrollaron los actos debido a que Fomento rechazó que estos eventos se realizaran en las proximidades del puente de la autopista para evitar daños.
En esta ocasión, la fiesta contó con la intervención de uno de los veteranos vecinos de Vilaboa, Manoliño de Pioquinto, todo un personaje que lleva años apoyando y participando en esta celebración. Los orígenes de este Entroido de Cobres se remontan al siglo XVIII.