Han sido días de incertidumbre con un mapa meteorológico nada esperanzador para el fin de semana, pero finalmente el Entroido de Pontevedra ha vencido a la lluvia para sacar adelante uno de los puntos principales de su programación, su tradicional desfile de disfraces, que llenó de color y diversión las calles de la ciudad.
Hubo que esperar hasta pasadas las 11.00 horas de la mañana de este mismo sábado para tener la confirmación oficial de que el desfile se mantenía, ante una previsión que avanzaba una ligera mejoría durante las horas previstas del desfile.
Bastó para que los pontevedreses se echaran en masa a la calle para demostrar por qué el suyo es uno de los mejores carnavales urbanos de Galicia.
Y eso que un chaparrón hacía dudar a los más optimistas cuando pasadas las 16.00 horas las agrupaciones, comparsas y resto de participantes se empezaban a concentrar en la Rúa José Malvar.
El grifo se cerró, y salvo alguna gota intermitente, terminó respetando el recorrido incluso con momentos en los que se adivinaba el cielo azul y brillaba algún que otro rayo de sol. Así empezó a desfilar la comitiva festiva por la calle Loureiro Crespo cuando el reloj ya marcaba las 17.15 horas.
A partir, el buen humor, fantasía, color y música contagiaron a los miles de pontevedreses que llenaban el recorrido por Loureiro Crespo, Benito Corbal, Praza da Peregrina, Michelena y Praza de España hasta llegar a la Alameda.
Al ritmo de las comparsas se unieron disfraces de todo tipo y entre los que no faltó como siempre la crítica local para arrancar las sonrisas del público.
Superado el desfile, el Entroido de Pontevedra mira ahora hacia sus próximas citas el lunes 12 de febrero, con un taller de máscaras a las 17.00 horas en la Praza de Curros Enríquez y sobre todo con la presentación del Loro Ravachol en la Praza da Peregrina (19.30 horas) y con la primera eliminatoria del XXXII Concurso de Murgas en el Pazo da Cultura (21.00 horas).