De las instalaciones de Príncipe Felipe no sale ya ningún biorresiduo. Ni restos de poda ni desechos de alimentos acaban en el cubo de la basura. Todo se reaprovecha para la producción de compost. Este ejemplo de economía circular ha permitido que las huertas de la ciudad infantil funcionen ya a pleno rendimiento con este abono natural.
El vicepresidente de la Deputación, César Mosquera, ha explicado que las verduras, hortalizas y hierbas aromáticas que se cultivan en Príncipe Felipe son "absolutamente ecolóxicas", ya que en su proceso no se emplean productos químicos de ningún tipo y crecen "exclusivamente " a base del compost que se produce en la ciudad infantil.
Entre los productos que se están cultivando en Príncipe Felipe están los repollos de la huerta de la guardería y 47 tipos de hortalizas, legumbres, frutas y hierbas aromáticas de la huerta del Carlos Oroza -de las que hoy se mostraron la rúcula, el apio, rabanos pequeños, ajos tiernos, grelos, zanahorias mini, salvia, laurel, romero o perejil rizado-.
Todas estas últimas son de utilización común en la oferta gastronómica en el restaurante Álvaro Cunqueiro o en la cafetería Suso Domínguez del centro, que están abiertos al público. Aún no hay disponibilidad de guisantes, nabicol, hortalizas chinas, cebollas, puerros, coles de Bruselas, lombardas mini, espinacas, los repollos, rubarbos, pepinos, morotes, fisalis, moras, frambuesas, grosellas, maracuyá, así como flores comestibles, debido a la temporada.
Con respecto al plan de compostaje que impulsa el gobierno provincial, el plan Revitaliza, Mosquera también ha explicado que una treintena de ayuntamientos de la provincia se han adherido a este programa, al término del segundo plazo.
Participan los concellos de Baiona, Barro, Caldas, Cambados, Campo Lameiro, Catoira, Cuntis, O Grove, Mondariz, Mondariz Balneario, As Neves, Oia, Ponteareas, Ponte Caldelas, Pontevedra, Porriño, Rodeiro, O Rosal, Salvaterra, Silleda, Soutomaior, Tomiño, Tui, Valga, Vilaboa, Vilagarcía y Bueu, Cangas e Moaña, estos tres últimos como mancomunidad.
Esta adhesión supone aceptar el compromiso de que en un plazo de cuatro años "cando menos" el 75% de los biorresiduos que se generan en cada uno de estos municipios no se enviará a Sogama y serán reutilizados en proceso de reciclaje y compostaje.
Gracias a este compromiso ambiental, la Deputación calcula que una vez esté implantado la red provincial de compostaje, los ayuntamientos de Pontevedra producirán un 55,56% menos del CO2 vinculado al tratamiento de la basura.
Citando un estudio técnico, Mosquera ha explicado que el actual sistema de Sogama genera 261,165 kilos de CO2 por habitante y año en la atmósfera, mientras que el compostaje permitirá reducir esa cantidad hasta los 116,54 kilos.
Así, con los composteros comunitarios instalados ya por la Deputación en la provincia, el ahorro en la emisión de CO2 alcanza los 1.242.000 kilos anuales.