La unión hace la fuerza. Eso dice el refrán y eso han pensado los integrantes del atomizado tejido asociativo de la hostelería gallega que, aprovechando la multitudinaria marcha que ha tenido lugar esta mañana frente a la sede de la Xunta para reclamar otra vez un rescate para el sector, han acordado unir sus fuerzas y formar un único colectivo autonómico que ejerza como interlocutor en las negociaciones con las diferentes administraciones para desbloquear medidas de apoyo que permitan superar la crisis.
"Precisamos dunha unidade para elaborar alternativas á actual situación e poñer en valor as que xa hai elaboradas", recoge el documento fundacional, en el que se presentan como una herramienta que velará por los intereses de las empresas hosteleras de todo el territorio autonómico. Aunque esperan que su vigencia vaya más allá de esta crisis, su principal misión es salvar un sector que navega a la deriva, especialmente las empresas del ocio nocturno, las de alojamiento o los pequeños bares que viven del servicio en barra.
Su objetivo inmediato será el de actualizar el plan de rescate presentado en el mes de noviembre y hacer saber a toda la ciudadanía que "as axudas non son a solución, son un punto máis da nosa proposta", puntualizan para criticar "a nefasta xestión e falta de iniciativa" de la Xunta.
La creación de esta plataforma en defensa de la hostelería de Galicia será también el germen de una futura Federación de Hostalaría Galega. La intención del sector es convocar una asamblea constituyente en un plazo no superior a tres meses. Este nuevo organismo tendrá la función de gestionar, defender y coordinar los intereses comunes del sector en cualquier ámbito, tanto nacional como internacional, y siempre "priorizando o beneficio colectivo sobre o individual".
Con este espírito de hermandad, hosteleros llegados de todos los puntos de Galicia en representación de veintitrés asociaciones locales, Hoempo entre ellas, marcharon por las calles de Santiago de Compostela hasta llegar a la sede de la Xunta. Con pancartas en las que podía leerse "hostelería somos todos", cientos de empresarios reclamaron el rescate del sector al ejecutivo autonómico.