Una única empresa ha mostrado interés en las salas de cine de Vialia. Así lo confirman desde Adif al finalizar el plazo de recepción de ofertas. Por el momento se desconoce el nombre de esta compañía, ya que desde el organismo dependiente del Ministerio de Fomento aseguran no poder desvelarlo. En todo caso, será una de las grandes exhibidoras nacionales, porque esa era una de las condiciones del pliego de este concurso.
Las interesadas debían demostrar su experiencia en la gestión continuada de, al menos, tres complejos cinematográficos y acreditar una situación económica saneada y solvente que le permita hacer frente a la inversión necesaria para su implantación. No será poco dinero ya que Ábaco Cinebox, la anterior adjudicataria, desmanteló por completo las ocho salas con las que contaba cuando abandonó el local el pasado 13 de junio.
El importe mínimo de licitación es de 1.440.000 euros sin IVA, con una renta mínima anual garantizada de 72.000 euros también sin IVA, que se incrementará a partir del segundo año con el IPC. Es decir, 6.000 euros al mes de alquiler. A estas cifras habría que sumar los 58.000 euros de gastos de comunidad del centro comercial Vialia y los más de 10.000 euros de IBI. Independientemente, por supuesto, de la inversión necesaria para habilitar de nuevo las salas.
En la adjudicación, que sería por un plazo de 20 años, también se tendrán en cuenta requisitos técnicos, ya que Adif pedía información sobre el equipamiento y distribución que se quiere dar a estos cines reclamando datos, por ejemplo, sobre si las salas contarán con 3D, butacas vibrantes o con HFR (formato con más velocidad de grabación y proyección).
Si finalmente esta empresa que ha presentado la oferta cumple con todos los requisitos recogidos en el pliego de condiciones será la nueva explotadora de los cines de Pontevedra. Aunque el proceso aún durará algún tiempo. Tras superar la primera fase de adjudicación, quedan aún trámites como la apertura técnica y económica de la oferta presentada y los técnicos de Adif tendrán que comprobar si cumplen todos los requerimientos.
No será pues, en el mejor de los casos, hasta otoño cuando Pontevedra pueda poner fin a la ausencia de salas de cine, ya que el concurso establece un plazo máximo de cuatro meses para iniciar la actividad a partir de la entrega del local. Se quedó sin ellas el pasado 2 de junio, día en la que las ocho salas que Ábaco Cinebox tenía en Pontevedra emitieron sus últimas películas. Con el cierre se quedaron sin trabajo, además, 15 personas.