Una temporada de altibajos que terminó en ascenso

Pontevedra
02 de junio 2024

El Pontevedra Club de Fútbol ha puesto este domingo punto y final a una temporada de altibajos en la que estuvo a punto de conseguir el ascenso por la vía rápida, pero un partido irregular delante del Ourense lo obligó a disputar una fase de ascenso que concluyó este domingo en Pasarón con una victoria ante el Betis Deportivo y que supone el regreso del equipo granate a Primera RFEF  

El Pontevedra Club de Fútbol ha puesto este domingo punto y final a una temporada de altibajos en la que estuvo a punto de conseguir el ascenso por la vía rápida, pero un partido irregular delante del Ourense lo obligó a disputar una fase de ascenso que concluyó este domingo en Pasarón con una victoria ante el Betis Deportivo y que supone el regreso del equipo granate a Primera RFEF.

Pero el camino no fue fácil para los pupilos de Yago Iglesias, y es que la temporada había arrancado con derrota por 1-2 delante de la Gimnástica y con empate a uno en casa del Real Valladolid B.

Tras conseguir tan solo un punto de los seis posibles, el Pontevedra cambió el chip y pasó a transformar las ocasiones en goles para hacer disfrutar a la afición no sólo con los triunfos, sino también con el buen juego y las sensaciones que transmitían los jugadores sobre el césped.

Fue entonces cuando los granates regresaron a Pasarón y endosaron un 6-0 al Langreo. Después empataron a uno ante el Cayón y volvieron a Pontevedra, donde firmaron una nueva goleada por 5-0 contra el Guijuelo.

El equipo estaba viviendo una gran etapa, pero faltaba por llegar uno de los momentos clave de la temporada: dos partidos consecutivos fuera de casa sin todavía haber ganado a domicilio. Edu Sousa echó el candado en portería y los jugadores de ataque respondieron anotando un 0-2 al Coruxo y 0-4 al Zamora, líder por aquel entonces. Este arranque suponía uno de los mejores inicios goleadores del Pontevedra en los últimos años con 20 goles a favor en tan solo siete jornadas de competición.

Los granates siguieron de dulce sin conocer la derrota y sumando puntos tanto en casa como a domicilio hasta que llegó el 26 de noviembre, fecha en la que se volvieron a topar con la maldición del césped artificial ante el Covadonga, colista del grupo, y contra el que cayeron por 3-1 después de once jornadas sin perder.

El Pontevedra se rehizo y regresó a la pugna por un liderato que empezaba a ser cosa de tres. Goleó 3-0 al Compostela, empató a cero contra el Ourense, goleó de nuevo al Fabril (4-1) y empató a uno ante el Villalbés en el que fue el último partido de la primera vuelta.

Tocaba mejorar los resultados de la ida para ser mejor equipo y así conseguir el ascenso directo a Primera RFEF.

Y la segunda vuelta arrancó con los granates haciendo los deberes ante la Gimnástica (1-2) y Valladolid B (3-1), empataron ante el Langreo (0-0) y volvieron a golear ante el Cayón (4-1). Rufo, con dos goles en el partido, se había convertido en el mejor 'pichichi' de las cuatro categorías del fútbol nacional, pero en los últimos minutos del partido se sintió indispuesto y necesitaba un sustituto.

Emergió en ese momento la figura de Charly López, un jugador que había tenido minutos en 20 de las 21 jornadas disputadas y que fue titular en tres de ellas. Había aportado, además, tres goles, lo que suponía una media de un gol cada 180 minutos.

El Pontevedra se rehizo de la ausencia de Rufo, y Charly salió a la carga dispuesto a ayudar al equipo a mantener el liderato y fue uno de los protagonistas de las victorias ante el Guijuelo y Coruxo, anotando un gol en el primero (1-2) y dos en el segundo (3-1).

Vivía un gran momento el equipo granate hasta que llegó la derrota en Pasarón ante el Zamora, lo que supuso un auténtico mazazo y significó un punto de inflexión en el devenir de la temporada.

El Pontevedra empezó a flaquear en defensa y ya no era capaz de aguantar con la portería a cero. Los goles contrarios llegaban con mayor facilidad y el equipo se tenía que reponer para remontar y ganar con mucha dificultad.

De la misma forma que había ocurrido a lo largo de la campaña, el liderato estaba siendo cosa de Ourense, Zamora y Pontevedra, por lo que sería en Pasarón delante de los de As Burgas donde se decidiría gran parte del ascenso.

Quedaban tres jornadas para terminar la liga y el cuadro ourensano, tras el empate de los granates ante el Compostela, les había empatado a puntos. Era un partido de vital importancia, pero el resultado se decantó finalmente a favor del conjunto visitante que celebró el triunfo como si de un título se tratase (0-2).

Tras ese varapalo, el Pontevedra necesitaba un milagro para recuperar el liderato y, con él, un ascenso directo que ya no dependió de sí mismo y que terminó escapándose.

El equipo se mentalizó en que tenía que disputar la fase de ascenso y lo hizo ante el Deportivo Aragón, en la primera eliminatoria, y contra el Betis Deportivo en la segunda.

En ambas los de Yago Iglesias se vieron obligados a remontar en Pasarón tras haber caído en La Romareda (2-1) y en el Benito Villamarín (1-0), y lo lograron, consiguiendo así el regreso del equipo a Primera RFEF.