La polémica por los tanatorios-crematorios no cesa. Tras la manifestación vecinal de anoche, la pelota vuelve a estar en el tejado de los políticos. Y el PP lo tiene claro. Cree que si el Concello de Pontevedra redacta de forma urgente una ordenanza que regule su instalación, se podría impedir la llegada de aquellos cuya petición de licencia no supere los tres meses. Es decir, pararían el proyecto de Arzobispo Malvar, enfrente del puente de O Burgo.
"Pararíamos uno y los que puedan estar por venir", explicó el concejal Ricardo Aguilar. Asegura que este tanatorio estaría "dentro de esta situación" al no haberse iniciado aún la tramitación de su expediente. No llegaría a tiempo para frenar el de Mourente, ya que según denunció "debido a la lentitud del gobierno municipal" no se podría acoger a esta solución planteada ahora por el Partido Popular.
Para el tanatorio de Mourente, el edil popular apuesta por "darle una vuelta al uso para equipamientos" de la parcela en la que se pretende ubicar. "Un tanatario no es un colegio, no es un hotel, tendríamos que ver si el uso para equipamientos encajaría en este caso", indicó. Igual se podría limitar, dijo, a que su situación fuese próxima al cementerio de San Mauro, "una ubicación razonable".
"A ninguno nos gustaría tener un tanatorio cerca de su casa y hay que buscar soluciones para que se pueda corregir esta situación", concluyó Ricardo Aguilar.
El Concello apuesta por el diálogo
Pero al Concello de Pontevedra no le termina de gustar esta solución. El concejal de Urbanismo, Antón Louro, asegura que una nueva ordenanza no tendría carácter retroactivo, por lo que no serviría para los proyectados actualmente. Por ello, apuesta por el trabajo de los técnicos municipales "que están estudando os aspectos administrativos, xurídicos e técnicos" para buscar una solución.
"Para nós é unha prioridade", dijo Antón Louro. "Comprendemos a preocupación dos veciños ante un feito un tanto anómalo como é tanta iniciativa empresarial". Tras reiterar que las ubicaciones propuestas tanto en Mourente como en Arzobispo Malvar "non parecen as máis apropiadas", el edil socialista quiso mandar un mensaje de tranquilidad a los vecinos y pidió que "impere o sentido común".
En este sentido, Antón Louro indicó que "considerando que é un tema sensible debemos abandonar a demagoxia, que só vale para incendiar o problema e facelo máis difícil". Adelantó que ya ha mantenido conversaciones con los empresarios para buscar una solución, pero les advierte "seremos tremendamente exigentes" en su tramitación urbanística.