El sindicato nacionalista CIG protagonizó este miércoles la manifestación más multitudinaria de las cuatro celebradas en Pontevedra con motivo del 1 de mayo con un mensaje centrado en la soberanía como "la única forma de frenar el abuso o explotación que sufre la clase trabajadora".
Partidarios de nombrar esta fecha como Día de la Clase Trabajadora porque "la denominación comercial de Día del Trabajo le quita la carga de reclamación, de simbolismo absoluta", afiliados y simpatizantes de este sindicato se sumaron a la manifestación entre las plazas de A Ferrería y Teucro con una veintena de pancartas.
Marcos Conde, secretario comarcal de la CIG, hizo una valoración "francamente" satisfactoria de la asistencia, que es "fruto de la confrontación" y de "todas las luchas que estamos teniendo en la calle".
Así, hubo representación de colectivos como la sanidad, el profesorado, las escuelas infantiles, la discapacidad, la seguridad privada, las personas jubiladas, ambulancias y transporte de viajeros, Correos, limpieza, residencias de la tercera edad, administración pública, oficinas y despachos, juventud o alimentación, además de otras genéricas de CIG o el BNG.
"Es en la calle donde podemos lograr cambiar las cosas", recordó Conde, que contó con el apoyo de representantes sindicales y también políticos del BNG, con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores; el diputado Luís Bará; la senadora Carme da Silva; o los concejales Eva Vilaverde o Alberto Oubiña, entre otros.
El secretario comarcal de CIG insistió en la "precariedad" que se ve en el mercado laboral y en que "la pobreza está instaurada en Galicia" en un contexto en el que las medidas que se adoptan desde Europa "no tienen como fin la clase trabajadora, sino que su fin es seguir acumulando riqueza para los grandes fondos de inversión, para el capitalismo más despiadado".
Ante esta situación, señala que "hay mucho campo para mejorar y por eso estamos en las calles, sino sobraríamos".
Sus reclamaciones son genéricas de toda Galicia, pues denuncian que el salario medio gallego es casi 6.000 euros por debajo del estatal, las mujeres cobran de media 4.500 euros anuales menos que los hombres y el 40% de población en la comunidad no llega al salario medio, demostrando que "las medidas que se adoptaron en su un momento no son buenas para la clase trabajadora, lo único que hacen es avanzar en la precariedad" en todos los sectores en general y, en particular, en el servicios.