Una madre y una hija se sentaron este jueves en el banquillo de los acusados del Juzgado de Menores de Pontevedra para rendir cuentas por los delitos de denuncia falsa y simulación de delito por presuntamente haber denunciado en falso que tres vecinos de Monte Porreiro de 16, 20 y 22 años violaron a la menor de ellas. La hija, como acusada y la madre como responsable civil subsidiaria.
La madre y la hija, que en el momento de los hechos era menor, presentaron varias denuncias contra los tres jóvenes por agresión sexual, amenazas y allanamiento de morada, todas ellas fueron archivadas por diversos juzgados e incluso la supuesta víctima reconoció finalmente que no había sucedido nada. El caso llegó ahora a juicio porque las familias de los chicos denunciaron a madre e hija.
El juicio se celebró a puerta cerrada en una sala de los juzgados de A Parda. Según fuentes judiciales, Manuela F.C. y su hija se acogieron a su derecho a no declarar, pero sí hablaron los tres jóvenes denunciantes y sus familias, que relataron los daños y perjuicios que les provocaron las denuncias iniciales de las dos acusadas.
Las familias señalaron que, en su opinión, la madre tuvo mala intención a la hora de denunciar e inventarse los delitos, pues no sólo mintió sobre una agresión sexual que no sucedió sino que llegó a crear cuentas en redes sociales falsas y a matar a sus propios animales para acusar a los jóvenes.
Además, según ha podido saber PontevedraViva, declaró en la sala de vistas un especialista forense que evaluó a la menor a petición de su defensa y de la Fiscalía para determinar si podía ser juzgada o no y si en el momento de los hechos era consciente del alcance de su denuncia, que posteriormente ella misma reconocería que era falsa.
Su abogado defensor pretendía que se decretase la incapacidad de la chica, que presenta un retraso leve y trastorno mixto de adaptabilidad y no entendía las consecuencias de sus actos. Sin embargo, el forense concluyó que la chica sí sabía lo que hacía y que estaba haciendo algo malo, según indicó al término de la vista oral el abogado de los denunciantes, Jesús Espeso.
La Fiscalía y la acusación particular ejercida por los tres chicos y sus familias piden que madre e hija sean condenadas por simulación de delito y denuncia falsa. La condena para la hija sería a dos años de internamiento en un centro de día y las familias, además, que les indemnicen con 100.000 euros por los daños y perjuicios ocasionados. El juicio ha quedado visto para sentencia.
Antes del inicio del juicio, la madre denunciada no quiso hablar con los medios, pero sí indicó: "yo creí a mi hija". Sí hablaron las madres de los chicos denunciados en falso por violación, Raquel Diaz y María Antonia Portela. Ambas relataron que confían en que se haga "justicia". Criticaron el retraso judicial de este tema, pues las denuncias se presentaron en 2016, las causas se archivaron en 2017 y llevaban dos años esperando que se celebre ese juicio: "en el sistema de la Justicia algo falla".
El hijo de Raquel tenía 16 años cuando fue denunciado por agresión sexual y los dos de Antonia tenían 20 y 22 y también les atribuyeron amenazas y allanamiento. A raíz de esas denuncias, luego archivadas, sus madres relatan que sufrieron insultos y vejaciones y acoso en las calles, fueron objeto de pintadas y pasaron momentos duros. Sus hijos están "muy afectados" y, en general, resultó perjudicada toda la familia.
Las madres confían en el buen resultado del juicio. "Yo hasta ahora siempre he confiado en la justicia, me parece que va muy lenta, pero siempre he confiado en la justicia. nunca me ha gustado el tema de la gente que se toma la justicia por su mano", indicó Raquel, que no ocultó su "rabia". Antonio mostró su indignación porque a sus hijos "en el pueblo les siguen llamando violadores, eso ya le queda de por vida, ya no hay indemnización ni nada que lo pague".
"Pedimos que se haga justicia, que acabe ya y que sea favorable para la parte que es inocente. La parte que sea culpable, que pague lo que tenga que pagar", resumierion.