La instrucción judicial del conocido como crimen de Ponte Caldelas, en el que Marcos Vidal González, según él mismo confesó, mató a puñaladas a Manuel Ángel Rivas, sigue sin llegar a su final. La causa se abrió tras el crimen del 28 de noviembre de 2015 y está ahora pendiente de un nuevo recurso a una resolución previa del juzgado instructor que deberá resolver la Audiencia Provincial de Pontevedra
Fuentes judiciales han indicado que la Audiencia Provincial deberá resolver un recurso relativo a una imagen que el autor confeso de la muerte de Manuel envió por su teléfono móvil a la viuda, Sandra Martínez Araújo, con quien presuntamente había mantenido una relación sentimental. En esa foto se ve al luego fallecido agonizando.
En concreto, la acusación particular que ejercen la hermana y los padres del fallecido había solicitado meses atrás un informe forense para que se evaluase si, a la vista de esa foto, todavía había posibilidad de salvar la vida al luego fallecido. Esta petición la sostienen en que, según una de las hipótesis que manejan, la viuda podría haber salvado la vida de Manuel si hubiese alertado a los servicios de emergencia en el momento de recibir la foto y no un tiempo después, como hizo.
El informe forense concluyó, según las fuentes consultadas, que en ese momento ya no se podría haber hecho nada por salvar la vida de la víctima, pero el caso está ahora de nuevo en la Audiencia por un recurso en el que la acusación particular solicita una aclaración. Cabe reseñar que esta ya es la tercera vez que el tribunal provincial tiene que revisar alguna documentación relativa a esta imagen.
La causa judicial la instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra, que ya había dado por cerrada la instrucción, pero volvió a abrirla y autorizó nuevas diligencias. Durante estos tres años y dos meses de instrucción, ya llegó a la Audiencia en varias ocasiones, siendo clave la intervención del tribunal provincial para que se investigase la presunta implicación en los hechos de Sandra Martínez Araújo, viuda del fallecido y antigua pareja del homicida confeso.
A instancias de la Audiencia Provincial, y en contra del criterio inicial del juzgado instructor, Sandra Martínez pasó a estar investigada, una decisión contra la que también se ha manifestado la Fiscalía.
Dado este nuevo trámite, la instrucción sigue acumulando retrasos y se está empezando a sembrar un miedo sobre la posibilidad de que no llegue a juicio antes del 28 de noviembre de este año. Ese día se cumplen los cuatro años del crimen y, si el caso no ha sido juzgado, Marcos Vidal, que está en prisión provisional por esta causa desde el día siguiente al crimen, debería quedar en libertad.
En caso de que la causa ya estuviese juzgado y el tribunal de jurado que revisará la causa ya hubiese emitido veredicto para ese día, la prisión provisional podría prorrogarse, pero si el caso ni siquiera se ha juzgado, la ley no permite que un investigado esté más de cuatro años en prisión provisional. A la vista de cómo se están desarrollando los distintos trámites, en la Fiscalía existe un temor creciente a que eso pase.
El fiscal del caso, Jesús Calles, ya ha calificado en dos ocasiones esta causa, pero en ambos casos finalmente todo quedó en nada al autorizarse nuevas diligencias judiciales y la última vez porque un recurso anuló tanto su escrito de acusación provisional como el de la defensa. Ahora, una vez que se resuelva este nuevo recurso pendiente, tendrá que calificar por tercera vez.
Toda su intención es volver a repetir los argumentos de las dos veces anteriores. Esto, es mantendrá su acusación solo contra Marcos Vidal y pedirá que sea condenado a 20 años de cárcel.