El centro penitenciario de A Lama, referente desde hace años por su trabajo a favor de la reinserción de los internos que cumplen condena en sus intalaciones, acaba de dar un paso más para preparar a los presos de cara a su vida en libertad una vez cumplida su pena. Desde el 20 de enero el módulo 13 ha pasado, uno de los seis módulos de convivencia y respeto del penal, es ha bautizado 'Nelson Mandela'. El cambio de denominación conlleva un cambio importante en su concepción, pues pasa a estar concebido para que las personas privadas de libertad amplíen sus competencias y mejoren habilidades personales y profesionales que les ayuden en su camino hacia la reinserción y la plena inclusión social.
El cambio sustancial podría basarse en la filosofía que recoge una de las frases más famosas el propio activista y político sudafricano que le da nombre al programa, "la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo", pues en este módulo se aplica desde enero un programa que ofrece a los internos itinerarios personalizados de preparación técnica y personal en los que reciben formación para facilitar su inserción en el mercado laboral y otra más psicológica para ayudarles a tener competencias para la vida en sociedad.
El programa replica uno con el mismo nombre que lleva diez años funcionando en el centro penitenciario coruñés de Teixeiro, del que se han beneficiado más de 1.500 internos en una década. En A Lama lo siguen, de momento, 56 reclusos, que este martes recibieron la visita del secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, que aprovechó su primera visita al centro para conocer su funcionamiento.
Víctor Manuel es uno de esos internos. Lleva cinco años en el módulo 13 y en enero dio el paso de sumarse al programa Nelson Mandela con la esperanza de prepararse para que "el día de mañana pueda tener una vida alejada del delito". En este proyecto reciben, además de la formación que ya tienen a su disposición el resto de internos del centro, formación especifica sobre habilidades sociales, búsqueda activa de empleo, gestión de las emociones o toma de decisiones que le ayudarán en la búsqueda de ese objetivo.
En el caso de Víctor, según relata, le queda "más de lo que quisiera" para salir en libertad, pero ya ha cumplido más de la mitad de su condena y se ha sumado a este proyecto de forma voluntaria porque es consciente de que antes de entrar en prisión cometió "por circunstancias de la vida" errores de los que se arrepiente y quiere tener la preparación tanto social como laboral necesaria para que, cuando recupere la libertad, no vuelva a caer en los mismos fallos.
"El tiempo perdido no se recupera, pero mi preocupación es salir y encaminar la vida"
"El tiempo perdido no se recupera, pero mi preocupación es salir y encaminar la vida". Para hacerlo, es fundamental el empleo, de modo que está haciendo un curso de pintura y ya tiene en mente, cuando acabe, hacer otro que le permita completar su preparación. Durante el tiempo que le queda entre rejas aprovechará todas las oportunidades y, además, le viene muy bien sumarse a todas las actividades posibles porque "de lo que se trata es de mantener la cabeza ocupada".
El programa Nelson Mandela 2 -el 1 es el de Teixeiro- promueve los mismos principios que el resto de módulos de respeto de la prisión, tales como autogestión de los propios internos, realización de actividades de crecimiento personal, talleres ocupacionales o cumplimiento de todas las normas de convivencia, pero amplia las oportunidades que se ofrecen a los internos como resultado de un convenio de colaboración entre Instituciones Penitenciarias y la Xunta de Galicia que permite ampliar el equipo técnico multidisciplinar que trabaja con los internos con dos profesionales de la Administración autonómica.
La subdirectora de Tratamiento del centro penitenciario, Ana Terlera, explica, al respecto, que el equipo técnico le ofrece una preparación completa para la vida en libertad. Está pensado para aquellos internos que, de modo voluntario, decidan unirse, en especial para aquellos que estén en el tramo final de su condena y busquen adquirir herramienta a nivel laboral, educativo y social para afrontar ese momento.
Los internos reciben formación sobre habilidades sociales, búsqueda activa de empleo, gestión de las emociones o toma de decisiones
Una de las cuestiones fundamentales en las que se centra es en el "crecimiento personal", para que puedan "enfrentarse a la sociedad con habilidades y competencias", pues hoy en día la sociedad es muy exigente y ellos en el pasado tomaron "decisiones equivocadas en la vida" que les llevaron a entrar en prisión, de modo que resulta clave ayudarles a no volver a hacerlo.
De momento tan solo hay hombres en el módulo, pero en el futuro está pensado que también puedan participar en actividades de este programa las mujeres del centro, un total de 59 en la actualidad -hombres hay unos 1.040-
La directora del centro, Teresa Delgado, recordó que, una vez más, A Lama se implica en programas para mejorar la reinserción de los penados, el objetivo que tienen todas las penas privativas de libertad y en cuya consecución trabajan en muy diversos niveles gracias a la implicación de la plantilla, que ya hace años que "asimiló el valor social de la reinserción".
El secretario general de Instituciones Penitenciarias también insistió en esa finalidad de las prisiones, el tratamiento para que "salgan mejor que entraron", y valoró que este programa es una "actuación ejemplar para poder exportar al resto de España". Añadió que si bien es la Administración Penitenciaria a quien le corresponde ejercer ese liderazgo y responsabilidad, "la inserción plena en la sociedad solo se logrará con la participación e implicación de todos los agentes sociales", aseguró.
La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, elogió que con programas como este se garantiza "una sociedad más justa" y reclamó "no olvidar que el apoyo de reinserción de los presos y presas no es un coste económico sino una inversión de futuro para una sociedad más justa e igualitaria".
La conselleira de Política Social, Fabiola García, destacó que este programa se ha convertido en un referente de la reinserción sociolaboral de las personas reclusas en toda Europa.
La frase de Nelson Mandela que preside una de las zonas comunes del módulo sirve también de ruta para estos internos que dan el paso voluntario de sumarse al programa: "Al salir por la puerta hacia mi libertad supe que si no dejaba atrás toda la ira, el odio y el resentimiento, seguiría siendo un prisionero".