"Sobre todo me gustaría agradecer a nuestra clientela de tantos años y a las profesionales que han trabajado en nuestras tiendas, que han sido maravillosas", pide Teté de la Peña, emocionada, durante la conversación con PontevedraViva. Es el epílogo a más de 35 años despachando tras los mostradores de las perfumerías Tito de la Peña y siete décadas de negocio familiar. La histórica firma pontevedresa cerrará próximamente sus dos tiendas en la ciudad: en Oliva 24 y Castelao 9.
- ¿Por qué cierra Perfumería Tito de la Peña?
Cerramos porque no se puede hacer frente a la situación actual, que está mala. Y luego tenemos mucha competencia de grandes cadenas, como le pasa a todo el pequeño comercio en general, porque tienen horarios muy amplios, hacen promociones en cualquier momento del año y son descuentos que nosotros no podemos asumir. Además, después de la pandemia subió muchísimo la venta online, y esto también le resta al comercio, porque no podemos tener esas ofertas.
- ¿Cuál fue el momento clave en el que tomasteis la decisión?
El año pasado no fue bueno. Entonces esperamos a la campaña de Reyes, a ver qué tal, pero fue mala. En marzo fue cuando tomamos la decisión, porque es el mes en el que tienes que empezar a traer producto nuevo de primavera, y hay que hacer un desembolso grande. Ese desembolso en dos meses tienes que pagarlo y veíamos que no lo íbamos a juntar.
- ¿Ya tenéis una fecha para el cierre?
No, en principio vamos a estar en abril y no sabemos cuánto más.
- ¿Cómo van a ser estos días previos?
Pues ahora estamos ya con ofertas del 30 y 40 por ciento en casi todos los productos, y mantendremos estas ofertas hasta la liquidación final.
- Volvamos la vista atrás, ¿nos puedes resumir la historia de la marca Tito de la Peña?
Al principio, antes de los años 50, había una tienda en este local (Oliva, 24) que se llamaba Godoy, que trabajaba droguería y colonias. En el año 1954, más o menos, empezó mi padre (Tito de la Peña) a trabajar ahí con 14 años. Después, en 1976, se creó la primera sociedad que era Godoy - Tito de la Peña, y ya entró él como socio, y fue cuando se empezaron a vender algunas marcas buenas y algún complemento.
En 1988 fue cuando abrimos la primera tienda que era solo Tito de la Peña, en esta misma calle Oliva, en el número 2
En 1988 fue cuando abrimos la primera tienda que era solo Tito de la Peña, en esta misma calle Oliva, en el número 2, y ya metimos alta perfumería, alta cosmética y complementos. Con los años, en 1996, se abrió la tienda de Castelao, que ahora gestiona mi hermano Enrique, y la antigua Godoy pasó a ser nuestra, al morir César Godoy. Entonces ya siguieron las tres tiendas bajo la marca Tito de la Peña. Ahora solo quedan dos.
- ¿Cuándo se incorpora Teté al negocio familiar?
Cuando abrimos la primera perfumería Tito de la Peña, en Oliva número 2, a finales de 1988 fue cuando empecé yo. La tienda la gestionaba mi madre, María Esther Portela, y fue cuando cambiamos la droguería por alta perfumería y complementos.
- Tito de la Peña nunca se ha unido a un gran grupo, ¿cómo marcaban la diferencia?
Nosotros quisimos que esto fuese siempre un negocio familiar, y además ese es un mundo en donde no es fácil meterse. La diferencia con la mayoría de las cadenas es una atención más personalizada. Nosotros tenemos un personal muy cualificado y además tiene una amabilidad que las clientas agradecen.
- ¿Cómo está respondiendo la clientela en estos días?
Tenemos clientas de toda la vida y están viniendo a darnos un abrazo y ánimos
Tenemos clientas de toda la vida y están viniendo a darnos un abrazo y ánimos. En estos momentos complicados nos quedamos con esas buenas cosas, con las clientas y también con las trabajadoras que han pasado por aquí, que han sido maravillosas.
- A lo largo de todos estos años, ¿cuál es el perfume icónico de Tito de la Peña, el que siempre se ha vendido?
El perfume que más se vende en Navidades es Chanel Nº 5, sin duda. Incluso la gente joven, como tiene las versiones modernas, más suaves, también le gusta. Y luego los hombres, sobre todo de una edad, quieren Chanel Nº 5, porque lo usan sus mujeres o tienen esa idea de un perfume especial para regalárselo. Chanel Nº 5 se sigue vendiendo siempre, yo creo que es el número uno en ventas todo el año.
- ¿Recuerdas aquellos perfumes que en su momento marcaron un antes y un después?
Cuando nació hace años Lou Lou de Cacharel fue una revolución, porque que era una fragancia para gente joven muy intensa; luego Gaultier en caballero fue una fragancia que salió muy perfumada y diferente a lo que en aquella época usaban los hombres, y fue número uno en Europa; y desde siempre, Chanel, Hermès, Yves Saint Laurent…, todas estas marcas tienen un laboratorio detrás que cuando crean un perfume lo hacen de otra manera, con aceites diferentes, con fijación, con una historia detrás.
- La tienda es en este momento un ir y venir de clientas, ¿os ha dado tiempo a pensar en el futuro?
Por el momento no. Ahora estoy centrada en cerrar, que me supone una pena grande. Los locales son en propiedad, a ver si después pensamos algo que se pueda abrir. No lo sé. Porque, sinceramente, en estos momentos abrir un comercio es muy complicado, y traspasar el negocio lo veo inviable, si me preguntan, nunca aconsejaría montar una perfumería.