Saúl Paz Eiras es un vecino de Marín que sufría este lunes 11 una situación esperpéntica cuando se subía al tren que iba a trasladarlo desde Madrid hasta la estación de Pontevedra. Este tren salía de la estación madrileña de Chamartín a las 18.25 horas con hora prevista de llegada a Santiago de Compostela a las 22.52. Tdoavía no entiende cómo el recorrido hasta Pontevedra, con una duración prevista de cuatro horas y media, duró cerca de 12 horas.
El viajero afirma que el tren se mantuvo parado alrededor de seis horas entre la población de Puebla de Sanabria y A Gudiña, en el tramo entre Zamora y Ourense. Ante esta situación, al no encontrarse detenidos en una estación ferroviaria o cerca de una población, los pasajeros carecían de posibilidades de conseguir alimentos o bebidas durante el viaje ya que la cafetería del tren se encontraba cerrada.
Paz Eiras asegura, además, que no se cumplían las medidas higiénico sanitarias establecidas con motivo de la pandemia. Señala que el tren se encontraba "al tope de su capacidad" y, por tanto, no se respetaban distancias ni protocolos de seguridad para evitar contagios en caso de que alguien estuviera infectado por covid-19.
Este pasajero señala que tampoco se ofreció la posibilidad de que se sustituyeran las mascarillas higiénicas que portaban los ocupantes de los vagones. Recuerda que las autoridades sanitarias recomiendan no usar la misma mascarilla por un tiempo superior a cuatro horas pero, en este caso, durante cerca de 12 horas los viajeros, si no disponían de otra mascarilla de sustitución, tuvieron que utilizar la misma con la que se habían subido al tren durante todo el trayecto.
El viajero de Marín denuncia que entre las personas que viajaban en los vagones no se respetaban distancias ni protocolos de seguridad
Saúl Paz llegaba a Pontevedra alrededor de las 06.00 horas del martes 12. Denuncia que este retraso no se debió a la presencia de nieve en la vía a causa de la tormenta Filomena sino al mal funcionamiento por parte de la empresa ferroviaria. Alega, en este sentido, que los dos trenes que hicieron esta misma ruta horas antes se encontraron con el mismo problema, sin que desde Renfe se establecieran medios para resolver la incidencia ni se suspendiera el viaje ante la imposibilidad de realizarlo ofreciendo un servicio de calidad.
Este viajero presentó una reclamación en la que solicita la devolución del importe del billete que se aproxima a los 50 euros y demanda que se adopten medidas de seguridad frente a la covid-19 en estos desplazamientos. También pide que se pongan a disposición de los clientes mascarillas protectoras para casos como el que sufrió con retraso en la hora de llegada al igual que alimentos y bebidas para que las personas que viajen puedan consumir algún producto cuando se postpone notablemente la llegada a la estación de destino.