Los funcionarios de la cárcel de A Lama se han visto obligados a sofocar un incendio provocado en la enfermería de la prisión, suceso que obligó a evacuar las instalaciones.
El incendio se registró sobre las cinco de la tarde del pasado día 9 de diciembre y tuvo su origen en una de las celdas acristaladas del módulo, destinadas a presos que han de permanecer aislados y bajo vigilancia pero que padecen algún tipo de patología.
Al sonar la alarma y llegar al lugar, los trabajadores comprobaron que un preso había prendido fuego a su colchón y lo sacaron de la celda para que recibiera asistencia médica.
Debido a la densa humareda que se extendía por las galerías, tuvieron que utilizar el equipo de respiración autónoma para sofocar el incendio con extintores y evacuar al patio a toda la población reclusa de las dos plantas del módulo (unos 50 internos) ante el riesgo de asfixia.
Los sindicatos denuncian que se trata del tercer incendio registrado en la prisión pontevedresa durante este año, el segundo en la Enfermería. Todos ellos fueron provocados y no hubo que lamentar daños graves por la rápida actuación de los funcionarios.
La enfermería de A Lama es uno de los puntos críticos de la prisión, según los trabajadores, ya que combina la función asistencial con la residencial, y en ella se alojan internos con todo tipo de trastornos, algunos de ellos muy conflictivos.
Además, los incidentes que se producen en otros departamentos acaban afectando a este. Así ocurrió, por ejemplo, el pasado miércoles sobre las dos de la tarde.
Un interno que recientemente había abandonado el primer grado, el más duro de la cárcel, agredió a otro con gran violencia a base de patadas y puñetazos.
Con el rostro completamente ensangrentado, fue llevado en volandas a la Enfermería, donde recibió la primera atención médica. No obstante, tuvo que ser derivado de inmediato al hospital ante la gravedad de las heridas, quedando ingresado. El interno agresor fue trasladado a aislamiento.