Un horno pirolítico diseñado en Pontevedra transforma restos forestales en 'biochar'

Pontevedra
30 de julio 2024

El 'biochar' es una forma de carbón creado calentando biomasa, como residuos agrícolas, astillas de madera o residuos de cultivos, en un entorno de bajo contenido de oxígeno a través de un proceso llamado pirólisis

Ortiz, Rodríguez y Vázquez, con el prototipo de horno pirolítico diseñado para este proyecto Universidade de Vigo

Un grupo de investigadores de la Escuela de Ingeniería Forestal del campus de Pontevedra trabaja en la fabricación, a partir de restos forestales, de biochar que pueda ser empleado para la reducción de las emisiones de amoniaco, metano y óxido nitroso en las diferentes fases de gestión de una ganadería de vacuno y de aves. 

El ‘biochar’ es una forma de carbón creado calentando biomasa, como residuos agrícolas, astillas de madera o residuos de cultivos, en un entorno de bajo contenido de oxígeno a través de un proceso llamado pirólisis.

Luis Ortiz, Antonio Vázquez, Juan Luis Rodríguez Somoza y Óscar González Prieto trabajan en este proyecto y han alcanzado un producto que presenta una concentración de carbono fijo superior al 50%, con aplicaciones energéticas y con una elevada capacidad de absorción. 

Por otra parte, analizan también el efecto de su aplicación en la mejora de los nutrientes del abono, ya que, como apunta Ortiz, además de "secuestrar carbono de la atmósfera", el biochar también puede contribuir "al enriquecimiento de los suelos". 

Producido al someterse la biomasa a una elevada temperatura en un ambiente en ausencia de oxígeno, el biochar con el que trabaja este grupo operativo fue generado en un "horno pirolítico autónomo" de diseño propio, basado en un sistema de doble reja previamente patentado por Ortiz. 

Como explica el investigador en el Diario de la Universidade de Vigo, este horno fue ideado con la idea de que este proceso pudiera llevarse a cabo en condiciones fácilmente reproducibles, "por pequeños empresarios o particulares incluso". De hecho, con la idea de "simplificarlo y de hacerlo más eficiente" a una primera versión de este horno, en la que se emplean restos forestales para generar el calor necesario, se suma otra en la que se usa gas butano, lo que permite "tener unas temperaturas más regulables".  

Las pruebas realizadas en ambos casos con los tres materiales permitieron generar un "biochar de calidad", con un porcentaje de carbono fijo "de entre el 76% y el 78%", señala el catedrático. 

Asimismo, este proceso de busca de un biochar "con unas propiedades óptimas" abarcó también la busca de un material con "mucha flotabilidad", de cara a poder emplearlo "como filtro en las fosas". 

En ese objetivo de generar productos con un "elevado valor añadido" además de este producto, el proyecto contempla también "fabricar biocombustibles sólidos y biofiltros", así como tratar de alcanzar "que el biochar que estamos fabricando pueda tener un rendimiento absorbente, por ejemplo de metales pesados o de contaminantes líquidos, parecido al del carbón activo", con el cual se alcanzaría un "producto de muy alta calidad".