El pasado 16 de julio el servicio del Centro de Control de Medidas Telemática de Alejamiento (Cometa) para mujeres que padecen la violencia machista estuvo inoperativo durante un día.
Este sistema protege a las mujeres mediante un mecanismo telemático que avisa si sus maltratadores se aproximan al emitir una señal en las pulseras que portan sus agresores.
Así, durante 24 horas dejó de emitirse la señal tanto al Centro de Control como a los teléfonos de las mujeres desde las pulseras de los agresores, dejando un vacío de alto riesgo si se vulnerasen las órdenes de alejamiento dictadas por los Juzgados.
La caída del sistema durante horas generó una situación de desprotección para miles de mujeres víctimas de violencia machista en casos de aproximación de sus agresores y, todo ello, sin que las víctimas fuesen informadas de este problema y sin que se les alertase de que extremaran las precauciones.
El Protocolo de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género establece que deben ser los administradores del Programa los que se encarguen de informar y avisar a las mujeres ante cualquier circunstancia.
El Ministerio de Igualdad adjudicó el año pasado por 42,6 millones la gestión del seguimiento telemático a una Ute formada por Vodafone y Securitas.
Este Ministerio anunciaba entonces una actualización de las pulseras de control telemático para la vigilancia de los maltratadores con el fin de superar los fallos de cobertura y falsas alarmas del anterior sistema. Señalaba el Ministerio que estas pulseras ya se estaban extendiendo desde el mes de febrero y que en tres meses terminaría el proceso. Desde Igualdad indicaban que el objetivo consistía en ampliar el número de dispositivos y proteger mejor. Se explicaba que la actualización del sistema de pulseras de control telemático de agresores se hizo con fondos de recuperación europeos.
Se pasó de dispositivos que funcionaban por radiofrecuencia y se emparejaban con un aparato que debían portar las mujeres constantemente, a un nuevo sistema que sustituye este aparato por un teléfono "inteligente" que funciona por tecnología wifi y GPS, más discreto para las mujeres. La Delegación del Gobierno explicaba hace unos meses que este nuevo sistema tiene una cobertura más amplia y no se limita a víctima-agresor. Las mujeres víctimas pueden recibir una notificación y enviar imágenes y mensajes de alerta al Centro de Control y disponen de un botón de emergencia para avisar de un momento de peligro.
De este modo, cuando un Juzgado decreta la instalación de una pulsera de geolocalización al agresor, la mujer víctima recibe un teléfono "inteligente" para saber si el agresor incumple la orden de alejamiento.
Según los datos del Ministerio, a finales de 2023, 4.548 agresores portaban estas pulseras. En cumplimiento de la ley de garantía integral de la libertad sexual, desde este año 2024 también las víctimas de violencia machista portarían pulseras de control.
El Bloque Nacionalista Galego acaba de registrar preguntas de urgencia dirigidas al Gobierno de España ante la inoperatividad del Cometa durante 24 horas el pasado 16 de julio.
La senadora pontevedresa del BNG, Carme da Silva ha indicado que se desconocen qué medidas se desplegaron para minimizar los riesgos y cuál fue el plan B del Ministerio ante este fallo del sistema.
"Xerouse unha situación de desprotección que non se pode volver a repetir e o Goberno debe adoptar actuacións eficaces ante o fallo do sistema", apunta Carme da Silva.
A senadora del BNG califica de "irresponsable" la actuación posterior a la caída del sistema y pregunta si se le exigirán explicaciones a los administradores del Programa COMETA.