El Concello de Poio considera "totalmente insuficiente" la decisión de Abanca de dotar a la parroquia de Raxó con un cajero automático.
Esta medida fue trasladada por un responsable de la entidad financieira al alcalde, Luciano Sobral, y a los portavoces de los grupos de la Corporación en una reunión mantenida este viernes en el Consistorio.
En Campelo, que desde lo pasado día 8 ya no cuenta con servicio presencial en las instalaciones ubicadas en la Rúa Pedro Soto, Abanca solo dejó operativo un cajero automático obligando a los clientes a tener que desplazarse hasta las dependencias ubicadas en la Barca o en Combarro en caso de que precisen ser atendidos de manera presencial.
Estos días continúa la campaña informativa para animar al vecindario en general, a que cancele sus cuentas y retire sus fondos de esta entidad. Por su parte, la Administración local también está estudiando fórmulas para acometer esa acción, de manera que implique las menores molestias posibles a la hora de prestar servicio a la ciudadanía.
El Ayuntamiento tampoco descarta llevar a cabo nuevas movilizaciones e insiste en la necesidad de ir de la mano con la Federación Gallega de Municipios y Provincias (FEGAMP) a la hora de tratar de frenar una política que "el único objetivo que busca es obtener el máximo beneficio económico posible", sin tener en cuenta las consecuencias y los problemas que crea.