Uno de los tópicos del verano es la subida en el precio de los carburantes. Este agosto, por el momento, se comporta al contrario. Con todo, la gasolina está unos puntos más cara que a principios de año - que también es un momento álgido en las carreteras -, pero no el diésel, que sí registra unas décimas más bajas que en enero. "El dato positivo es que los precios están por debajo de los del año 2020 de media anual", concluye el presidente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Pontevedra, Benigno Redondo.
Con esta reducción y en el mes vacacional por excelencia, ¿están haciendo el agosto las gasolineras?; no parece que así sea según explica Redondo: "en estas fechas de tanto movimiento se está recuperando el mercado porque habíamos perdido bastante cuota, lo cual es positivo porque llevábamos unos años en descenso permanente y parece que la tendencia cambia. La gente se sigue quejando porque no lo notan demasiado en el bolsillo. Algo se nota, para tomar un par de vinos o de cervezas, mucho más no".
Y hablando de quejas de conductores, otra frecuente es la aplicación de la subidas y las bajadas de precios en las estaciones de servicio: "nosotros si tenemos combustible en los tanques no repercutimos en el mismo momento en que bajan. Tenemos que ver con nuestro estocaje cómo hemos comprado el combutible, sobre todo en lugares de poca venta. Entonces, no puedes bajarlos o subirlos inmediatamente, aunque hay que reconocer que quizá se tarda un poco más en bajar que al subir", señala.
El precio de los carburantes viene determinado por la materia prima; los impuestos, que se llevan el 53% del precio final, y el resto son gastos logísticos, de refino y de distribución. ¿Y la geopolítica?, ésta "siempre afecta a cualquier cosa que tenga relación con los mercados". En este caso, si los máximos de los últimos años se produjeron en 2022 consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y esta guerra persiste junto a un panorama no exento de tensiones, "no deja de ser una paradoja porque el mundo está más revuelto que nunca; quizá se deba a una bajada de la demanda en el contexto mundial", considera Benigno Redondo.
Hacer una previsión de continuidad en esta bajada de precios "es un pronóstico complicado", dice. En su opinión cree que "van a seguir más o menos igual. Se ha producido un batacazo histórico en las bolsas esta semana, así que como todo lo que está en el mercado, se puede producir un cambio de tendencia, la geopolítica influye a todos".
Este martes 6 de agosto, en las gasolineras de la provincia de Pontevedra - y según una web comparadora de precios -, el diésel con menor precio está a 1,399 en una estación de Caldas y el más alto en una gasolinera de Poio a 1,689. En cuanto a la gasolina (95) también en el término municipal de Caldas está la gasolina más barata, a 1,489 frente a los 1,694 en sendas estaciones de servicio de Vilagarcía y de Pontevedra.