Tras mediar la alcaldesa los marineros de Mauritania abandonan el encierro

Marín
03 de diciembre 2012

A las tres de la tarde los marineros de la flota cefalopodera de Mauritania abandonaron el encierro que desde media mañana mantenían en el Salón de Plenos de la casa consistorial de Marín

Salón de plenos del Concello de Marín CIG

A las tres de la tarde los marineros de la flota cefalopodera de Mauritania abandonaron el encierro que desde media mañana mantenían en el Salón de Plenos de la casa consistorial de Marín.

Los marineros habían aprobado en asamblea esta medida de presión después de que el Instituto Social de la Marina confirmara el pasado viernes que no iban a percibir las ayudas acordadas ya que "no había dado tiempo" de tramitar todas las solicitudes y tan sólo 22 personas se podrán beneficiar de esta medida.

Después de hablar con ellos la alcaldesa de Marín, María Ramallo, se puso en contacto con responsables del Ministerio de Pesca en Madrid.

Según el responsable del sector de Mar de la CIG, Xabier Aboi, desde este departamento se pretendió echar las culpas a los pescadores alegando que no se tramitan las ayudas porque los afectados no presentaron las solicitudes. Cuestión que Aboi negó categóricamente. En este sentido, el responsable de Mar de la CIG aseveró también que los trabajadores no reciben ningún tipo de información desde hace 20 días y que "el Ministerio miente cuando asegura que el 99.9% de los pescadores tienen ingresos porque o están cobrando el paro o una ayuda".

Después de valorar las comunicaciones contraditorias del Instituto Social de la Marina y del Ministerio, y dada a premura con la que se inició la protesta, los pescadores acordaron levantar el cierre, aunque ya advirtieron que en los próximos días continuarán con las movilizaciones y no descartan reactivar el encierro.

Según Aboi, con esta protesta, se pretendía implicar la alcaldesa de Marín en el conflicto y exigir su intermediación para aclarar que va a pasar con las ayudas, que los pescadores aún no comenzaron a percibir a pesar de que desde el mes de julio no volvieron faenar al caladero mauritano.

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