Tras dos meses de investigación, la Guardia Civil localiza a un conductor que circulaba a 163 km/h en un tramo de 70

Pontevedra
05 de mayo 2021

Los hechos ocurrieron el pasado 16 de marzo, cuando el vehículo fue detectado por un radar en Caldas de Reis. En ese momento, no pudo ser interceptado por los agentes de Tráfico y posteriores pesquisas llevaron a identificar a la propietaria del vehículo, que reside en Asturias y declaró que era su hijo de veinte años quien usa el coche para trabajar eventualmente en la provincia de Pontevedra

Control de la Guardia Civil de Tráfico en Caldas de Reis

El pasado 16 de marzo fue detectado por el radar un vehículo circulando por el km. 230,800 de la N-640, en el término municipal de Caldas de Reis, a una velocidad de 163 km/h en un tramo limitado a 70 km/h. En ese momento, no pudo ser interceptado por la patrulla de la Guardia Civil de Tráfico que se encontraba notificando las infracciones en el lugar, por lo que se inicia una investigación para identificar a la persona conductora del vehículo.

Los agentes de Tráfico comprobaron que el vehículo estaba a nombre de una mujer, con domicilio en la población de Navia, en Asturias, por lo que se requiere la colaboración del equipo GIAT del Subsector de Tráfico de Asturias, al objeto de averiguar quien conducía el vehículo en el momento de ser detectado cometiendo la infracción.

La titular del vehículo manifiesta que el coche lo conduce habitualmente su hijo, de veinte años, el cual eventualmente trabaja en la provincia de Pontevedra, y reside, también de forma temporal, en A Coruña.

Tras localizarlo, este martes 4 de abril se procedió a su investigación por un delito contra la seguridad vial, toda vez que excede en más de 80 km/h el límite permitido en vía interurbana. De ser considerado culpable por la Autoridad Judicial, puede enfrentarse a una pena de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y lleva aparejada la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.

Desde la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra, cuyos agentes llevaron el caso, recuerdan que este tipo de conductas constituye uno de los principales factores de riesgo que concurren en los accidentes en general, y de los más graves en particular, por lo que constituyen un serio problema de seguridad vial, no solo para los responsables sino también para el resto de usuarios de la vía.