Vigilar el cumplimiento de las restricciones de movilidad impuestas por la declaración del estado de alarma y velar por la seguridad de los conductores en los desplazamientos por carretera es misión de la Agrupación e Tráfico de la Guardia Civil. Con este objetivo, las patrullas realizaron durante este último fin de semana un total de 230 controles en las carreteras de la provincia de Pontevedra.
Inspeccionaron 2701 vehículos, identificaron a 3074 personas y detectaron 135 infracciones administrativas por incumplir las normas. Además detuvieron a un taxista de Ponteareas por conducir bajo los efectos del alcohol.
Aunque los esfuerzos de los agentes del instituto armado se centran en vigilar el cumplimiento de las medidas declaradas por el estado de alarma, no descuidan su atención sobre la seguridad vial. Así compaginan el control de las restricciones de movilidad con el uso del teléfono móvil, los controles de velocidad y también los test de alcohol o drogas.
"Es el momento de quedarse en casa, de respetar por el bien de todos las limitaciones de la movilidad impuestas por el estado de alarma", recuerdan desde la Guardia Civil.