El próximo lunes, 10 de marzo, la Confederación Intersindical Galega (CIG) conmemora el Día da Clase Obreira Galega con una serie de movilizaciones en las siete ciudades gallegas y en Vilagarcía.
Bajo el lema "traballo, igualdade e salarios dignos nunha Galiza con dereitos", la central sindical reivindica mejoras en las condiciones laborales y sociales, recordando las históricas luchas de 1972 en Ferrol, en las que los trabajadores de la antigua Bazán, Amador Rei y Daniel Niebla, fueron asesinados por la policía franquista.
En Pontevedra, la convocatoria tendrá lugar a las 20:00 horas en la Praza da Peregrina, mientras que en Vilagarcía de Arousa será a la misma hora frente a la Casa do Mar.
Estas concentraciones forman parte de la jornada de reivindicación que busca honrar la memoria de las luchas obreras y exigir un futuro más justo para la clase trabajadora gallega.
La CIG sitúa en el centro de sus demandas la campaña de 12 medidas para combatir la precariedad laboral, el empobrecimiento y las desigualdades de género. Entre las propuestas destacan:
Establecer un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.320,04 euros en 2025, cumpliendo con el 60% del salario medio estatal que marca la Carta Social Europea.
Reducir la jornada laboral a 35 horas semanales, con vistas a lograr una semana laboral de cuatro días y 32 horas.
Implantar mecanismos efectivos para garantizar que los planes de igualdad no se queden en papel mojado.
Desarrollar un plan gallego de recuperación económica, industrialización y creación de empleo digno.
Laura Ogando, representante de la CIG, afirma que tener trabajo no garantiza el acceso a derechos básicos como la alimentación o la vivienda, especialmente entre la juventud y las mujeres. La central denuncia que esta realidad es consecuencia directa de las reformas laborales aprobadas por los gobiernos, que, según la CIG, utilizan el diálogo social para legitimar políticas que favorecen a la patronal.
La CIG también reivindica el derecho a negociar convenios colectivos adaptados a la realidad gallega, frente a la centralización estatal que, según la central, excluye a las personas trabajadoras del proceso de decisión. Ogando explica que reconocer este derecho es democratizar la negociación colectiva y avanzar hacia una Galicia con derechos.
Desde el sindicato nacionalista recuerdan que los derechos no son concesiones de los gobiernos, sino conquistas de la lucha obrera.