Las últimas noticias de que Alfageme saldrá a subasta y de que el grupo El Consorcio no pujará han vuelto a poner en pie de guerra a las trabajadoras de la conservera. Este jueves han trasladado de nuevo sus protestas hasta Santiago de Compostela con un reproche en la boca: que la Xunta beneficia a otras empresas del sector.
Las trabajadoras se concentraron a las puertas de la Xunta de Galicia y acusaron al conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, de mentir sobre los motivos que le han llevado a declarar desierto el concurso para adjudicar tanto las naves de Vilaxoán y Ribadumia como la marca Miau, supuestamente porque ninguna de las ofertas cumplían los requisitos.
En opinión de las trabajadoras, la forma de actuar del conselleiro podría incluso ser constitutiva de un delito de prevaricación, de modo que presentarán una querella ya adelantda por los sindicatos CIG y CGT. "Dejar desierto el concurso público que se inventó la Xunta pensamos que es una prevaricación porque se cumplía perfectamente con lo publicado en el DOG", opinan.
Además, le reprochan que no haya respondido a una carta que le remitieron solicitando una reunión y le exigen que las reciba y que "recapacite", "reaccione" y no deje que el proceso llegue a subasta y acaben perdiéndose los 150 puestos de trabajo.