Una de las cosas más importantes para el día a día es la capacidad expresiva de las personas. Por ello, resulta imprescindible trabajar las cualidades comunicativas de los más pequeños, alimentando de este modo su espíritu crítico y su capacidad de argumentación. Precisamente, este es uno de los objetivos que buscan alcanzar en el CEIP Barcelos a través del Taller de Argumentación que se está llevando a cabo con niños de quinto de primaria.
Las propulsoras de esta iniciativa han sido dos madres del colegio, Sonia Canay, abogada, y Patricia García, licenciada en psicología, preocupadas por las dificultades de sus hijos a la hora de expresarse en público. A finales del pasado curso, comentaron sus inquietudes con la orientadora del centro, María Luísa Corujo, más conocida en el centro como Lissi, quien plasmó todo ello en un proyecto presentado y aprobado por el centro, con el que han empezado a trabajar a comienzos de este curso 2015-2016.
Pero este Taller de Argumentación, no sólo busca mejorar las capacidades expresivas de los alumnos, sino que también las tres consideraron "interesante introducir el debate y la opinión razonada, respetando la opinión del otro, sabiendo que lo que dice puede resultar interesante", explicó Sonia Canay, durante la mañana de este martes 15 de marzo en el colegio. El taller se imparte en horario lectivo, durante las clases de Ciencias Naturales o Ciencias Sociales, y dependiendo del tema tratado suelen durar 2 o 3 sesiones.
'¿Necesito un móvil?' ha sido la pregunta planteada por las madres y la orientadora
Las sesiones comenzaron con unas pequeñas dinámicas de grupo para saber cómo se sentían los alumnos, para describirse a ellos mismos. A partir de ahí, Sonia, Patricia y Lissi continuaron trabajando otros temas en boga e incluyendo otros propuestos por los propios alumnos, como el bullying, la igualdad entre hombres y mujeres, o el uso del teléfono móvil.
'¿Necesito un móvil?' ha sido la pregunta planteada por las madres y la orientadora para trabajar esta temática. "Nosotras pensamos que iba a haber muchos niños que iban a confundir necesito con quiero, pero nos sorprendimos", expuso Sonia Canay. En un primer momento, continuó explicando, "hubo división: un grupo de niños sí lo necesitaban tremendamente y otros entendían que no lo necesitaban aunque lo quisieran". Para avivar los razonamientos de los alumnos "siempre le buscábamos los tres pies al gato", declara Lissi, dándole vueltas a los argumentos ofrecidos por los niños, quienes, según Sonia "sólo ven una opción y no están acostumbrados a que se les lleve la contraria". Además, abren las mentes de los más pequeños, ya que "muchas veces no son conscientes de los gastos que supone tener un móvil, de que el wifi hay que pagarlo y las llamadas también", expone Patricia.
Entre tanto debate, llegó un punto en el que "fueron muy creativos" manifiestan ambas madres y la orientadora. Ante las respuestas ofrecidas por los niños después de dejarles pensar hasta la extenuación, Sonia, Patricia y Lissi les propusieron ponerse en la piel de sus padres, y fue así como los propios alumnos elaboraron una carta sobre el uso del móvil para sus futuros hijos. Esta carta ha sido enviada a los padres de los alumnos y alumnas del CEIP Barcelos y esperan que contribuya al debate en el ámbito familiar, pero en "ningún momento se planteó como una norma, sino como un ejercicio escolar", aclara Sonia.
Pero, ¿ha calado el tema en las mentes de los niños? Durante el recreo, seis niños de quinto de primaria acuden a la jefatura de estudios del colegio para contar qué les ha parecido todo; sus nombres: David, Bernal, Andrea, Candela, María y Milagros. ¿Necesitan el móvil? La respuesta es unánime: no; de los seis, sólo uno tiene móvil, sin tarjeta SIM, por lo que sólo "lo uso para jugar", explica. Con todo, en algún momento puntual les hace falta para llamar a sus padres, como por ejemplo, cuando viajan debido a las competiciones deportivas. De hecho, son conscientes de que tener teléfono móvil no siempre es bueno: "impide el desarrollo cerebral", manifiesta David; para Candela crea dependencia; y otros, consideran que te vuelve caprichoso, porque siempre quieres tener lo último en tecnología, aún cuando tu móvil cumpla su función perfectamente.
A pesar de saber que tener móvil "mola", son conscientes de que aunque lo quieran, para su día a día no es necesario pues a los amigos ya los ven en el cole, y ponen de manifiesto que, de vez en cuando, deben reñirle a los mayores, hermanos, primos o incluso padres, cuando les ignoran por el whatsapp.