Delegados y delegadas de la CIG protagonizaron este miércoles 4 de diciembre una manifestación que recorrió las calles de Pontevedra, desde la Biblioteca Pública hasta el edificio administrativo de la Xunta de Galicia, para expresar su rechazo a la ampliación de las competencias de las mutuas.
La protesta se enmarca en una jornada de movilizaciones simultáneas en las siete principales ciudades gallegas.
La central sindical se opone con firmeza a que las mutuas puedan gestionar bajas por enfermedades músculo-esqueléticas, señalando que esta medida forma parte de un plan más amplio para descapitalizar la sanidad pública y beneficiar a entidades privadas.
Según declaró Marcos Conde, secretario comarcal de la CIG en Pontevedra, la cesión de estas competencias supone un ataque directo a los derechos de la clase trabajadora y un nuevo paso en la privatización de la sanidad pública.
La CIG recuerda que esta posibilidad está recogida en el acuerdo de pensiones firmado el 19 de septiembre por el Gobierno español, CCOO, UGT y la patronal estatal, y denunció que ya existen abusos en el funcionamiento de las mutuas.
Conde añadió que son empresas privadas cuyo objetivo es obtener beneficios, por lo que priorizan reducir la duración y el número de bajas antes que investigar las causas o atender correctamente a los trabajadores.
La central destacó que las enfermedades músculo-esqueléticas afectan especialmente a sectores industriales y feminizados, y que muchas bajas deberían ser reconocidas como derivadas del trabajo.
Desde el sindicato advierten que bajo criterios puramente economicistas, las mutuas tratarán de minimizar los tiempos de baja sin abordar las condiciones laborales que las originan.
La CIG insta a la Xunta, que es la administración con plenas competencias en materia sanitaria en Galicia, a rechazar la firma de convenios que permitan esta cesión de competencias, señalando que significaría una transferencia de fondos de la sanidad pública a las mutuas privadas.
