El incendio declarado en la tarde del domingo en las instalaciones de la antigua fábrica de cerámica de Pontesa sigue dando pequeños sustos. En la tarde del domingo se controló y, poco después, se reactivó y se expandió sin control. Este lunes, de nuevo, horas después de que se diese por controlado, volvió a reactivarse, si bien con mucha menos virulencia y gravedad.
Fuentes oficiales de los bomberos de Pontevedra confirmaron que a media tarde tuvieron que acudir de nuevo a estas instalaciones industriales de la parroquia pontevedresa de Ponte Sampaio por un pequeño fuego que se reactivó.
Sin embargo, los propios integrantes del equipo de extinción ya confirmaron también al escasa gravedad de lo ocurrido. Se desplazaron hasta allí "más a nivel preventivo" que por que fuese una incidencia en sí.
El pequeño foco reactivado generó alarma en el entorno porque empezó a salir una nube de humo del recinto y los vecinos empezaron a escuchar, de nuevo, sirenas. Sin embargo, finalmente, todo quedó en un susto.
En el incendio resultaron heridas tres personas, dos operarios de la empresa Grupo Nogar, la inquilina de esta nave de almacenaje de semillas, y un bombero que participaba en los trabajos de extinción. Dos de ellos, uno de los operarios y el bombero, sufrieron heridas leves.
El más grave es el segundo trabajador de la empresa, un hombre de 59 años que, tras ser trasladado al Hospital Montecelo, tuvo que ser derivado a la unidad de quemados del ComplejoHospitalario Universitario de A Coruña, ante la gravedad de sus quemaduras.
Su estado es "muy grave", según fuentes hospitalarias. Tiene quemaduras de tercer grado en el 85% de su cuerpo, que están siendo tratadas por los especialistas del hospital coruñés. La víctima es Benito González Dopazo, trabajador del Grupo Nogar y concejal del PSdeG-PSOE en Marín.
El fuego se inició sobre las 15.15 horas del domingo y, aunque inicialmente se dio por controlado, volvió a reavivarse sobre las 18.00 horas y las tareas de los bomberos de Pontevedra, que estuvieron auxiliados por efectivos de los parques comarcales de Bueu y Ribadumia, se prolongaron durante toda la noche. Durante la mañana, continuaron tareas de control y se dio por controlado.
Las tareas de extinción se complicaron ante la gran cantidad de cereal que se había acumulado en el interior de la nave. Se trata de un material que, por acumulación de gases y polvo, puede combustionar con cierta facilidad y eso fue lo que complicó el incendio y su extinción.