El Observatorio de Personas Tituladas, con el apoyo del Consello Social, presentó este jueves un nuevo informe, en esta ocasión, centrado en el impacto que tuvo la primera ola de la pandemia en el empleo del antiguo alumnado de la Universidade de Vigo.
Es un estudio pormenorizado en el que se da cuenta de los principales resultados de una encuesta realizada a 3.217 personas de distintas titulaciones y promociones desde 1990 hasta la actualidad repartidas por todo el mundo. La encuesta se hizo entre los días 25 de mayo y 8 de julio del pasado año.
En la presentación del informe, el director del observatorio, el exrector Luis Espada, estuvo acompañado por el actual rector, Manuel Reigosa, y el presidente del Consello Social, Ernesto Pedrosa.
Según se recoge en este informe, la inmensa mayoría (86%) de los graduados seguía en el mismo empleo que tenía antes del inicio de la crisis provocada por la covid-19, el 1,2% cambió de empleo y el 0,6% encontró empleo. Estos datos reflejan a ojos del presidente del Consello Social, Ernesto Pedrosa, "un elevado nivel de resistencia y estabilidad" de los graduados de la UVigo, una noticia claramente muy positiva.
El porcentaje de personas que admitieron perder el trabajo durante esa etapa fue del 5%, estando entre las principales causas de esta pérdida de empleo la finalización del contrato (46,2%), seguido por la suspensión de la actividad profesional (33%) y los despidos (8,8%), si bien casi la mitad de todas ellas esperaban recuperar su puesto una vez finalizada la crisis.
"La pérdida de empleo afectó más a las microempresas que las grandes firmas, y a las personas con contrato temporal eventual que con contrato indefinido", explicó Espada.
Desde el punto de vista de la tasa de ocupación, pasó de un 92% a un 87%, y en Galicia siempre fue un poco peor en este sentido -del 91,7% al 86,7%-, "mientras que en el extranjero las cosas fueron un poco mejor -del 93,7% al 91,4%-", explicó el director del observatorio, a lo que añadió que la tasa de desempleo pasó del 4,7% al 9,3%.
MÁS DE LA MITAD PASARON AL TELETRABAJO
Con respecto al impacto de la crisis por covid-19 en el modo de trabajo el 54% de las personas encuestadas admitieron cambiar su modo de trabajo habitual por el teletrabajo o trabajo en remoto, aunque la mayoría admitió carecer de experiencia previa en esta manera de trabajar.
El 34,1% mantuvieron su lugar de trabajo habitual, bien con normalidad o con horarios especiales; un 5,7% fueron incluidas en un ERTE y el 3,8% permaneció en la casa sin desempeñar ningún tipo de actividad laboral.
"El teletrabajo predomina más en el extranjero que en Galicia", destacó Espada, a lo que añadió que el teletrabajo fue "el único medio de trabajo en la mitad de los 46 países evaluados y, por supuesto, fue mayoritario en sectores como las telecomunicaciones, investigación, banca y seguros y, lógicamente en menor proporción en la alimentación, automoción o sector sanitario", recalcó el exrector.
Además de la aplicación del teletrabajo, entre las principales medidas adoptadas por las empresas destaca también la reducción de viajes y reuniones presenciales (56,7%), la intensificación de las medidas de seguridad e higiene (55,7%) y la flexibilización de horarios y turnos del personal (50,4%).
O 70% NO VIERON ALTERADA SU SITUACIÓN ECONÓMICA FAMILIAR
En relación al impacto en la economía familiar de las personas encuestadas más del 70% de las personas participantes afirmaron que la situación económica de su hogar no se vio alterada, mientras que para el 25% considera que empeoró, proporción que es significativamente más alta entre las mujeres (27,3%) que entre los hombres (20,4%).
En esta línea la mayor parte de los participantes también pensaban con claridad que la situación económica de su hogar no iba a mejorar en los siguientes meses. Por otra parte, el mayor temor entre las personas tituladas era que la pandemia provocara una pérdida de su poder adquisitivo: el 25,3% a que sus salarios se redujeran de forma transitoria y un 14,2% de forma más permanente. El temor a que la empresa u organización en la que trabajan tenga que cerrar afecta a alrededor de un 10% de los encuestados.
Espada también hizo hincapié en como en ese momento, recién finalizada la primera ola de la pandemia, "el 56% consideraban que el impacto de la pandemia en la economía sería negativo y duradero, pero había un 40% de personas que consideraba que sería pasajero y, incluso, un 4% que no tendría impacto".