El futuro del Complejo Deportivo Rías do Sur, donde se encuentra la única piscina olímpica situada en Pontevedra, sigue siendo incierto. El 11 de marzo se cerraba la piscina y el spa a los usuarios y el 1 de abril se sellaban las puertas de este espacio deportivo.
El 22 de abril, la dirección de la empresa Sidecu-Supera, encargada de la gestión de este recinto, transmitía a los representantes legales del personal del centro su intención de "no volver a abrir las instalaciones", según indican desde la federación de Servizos de la CIG.
En medio de esta situación, además de clubes y deportistas, se encuentran 22 empleados, que desconocen su futuro laboral. Sidecu trasladó a los tres delegados de personal (dos de la CIG y uno de CCOO) que la Xunta de Galicia había rechazado los ERTE de fuerza mayor por covid que la empresa pretendía registrar el 1 de abril, el día del cierre de la actividad.
Ahora, según informa la CIG, tienen intención iniciar los trámites para presentar un ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
El 25 de abril se convocaba una mesa de negociación. En este encuentro, la representación del sindicato nacionalista demandaba a Sidecu que se comprometa con los pagos de los salarios hasta que se registre el ERTE que pretende afrontar la empresa.
En aquel momento se levantó el acta recogiendo que el personal permanecerá con una licencia retribuida desde el cierre hasta que se registre el ERTE.
Pero en el proceso de consultas, los delegados de la CIG especifican que no firmarán ese acuerdo si la empresa no tiene intención de reabrir el complejo deportivo. En ese momento, los representantes de la dirección empresarial confirman "que no van a volver a abrir las instalaciones y que su intención es no seguir con la concesión del centro".
La asamblea de trabajadores ratificó por mayoría su negativa al ERTE de seis meses pretendido por la empresa. Esta compañía de centros deportivos justifica el expediente de regulación temporal de empleo en la subida de los carburantes.
"Argumento más que cuestionable ya que el mayor de los costes de la instalación es el calentamiento del agua de la piscina olímica, que está subvencionado en un buen porcentaje por Ence", indican desde la CIG.
Este centro deportivo de Pontevedra, según las fuentes sindicales, sería el único de los 24 que gestiona esta empresa en toda la península que cerraría sus puertas. Además, según el sindicato, Sidecu, matriz de la marca Supera, tiene previsto abrir próximamente siete nuevos centros en Portugal, con una importante inversión económica.
La Fundación Rías do Sur, entidad sin ánimo de lucro, es la propietaria de las instalaciones y estudiaba la recuperación de la gestión de las instalaciones.
La empresa había tasado en cerca de un millón de euros la cantidad que deberían aportar los interesados en que renunciase a la concesión por treinta años, a la que todavía le quedan 14 anualidades, hasta 2036.
La dirección de la Fundación estudia la aplicación de una cláusula del contrato que contempla la rescisión unilateral del acuerdo por incumplimiento del servicio.