"Non hai Feira Franca este ano". Era una de las decisiones más esperadas del verano y finalmente este lunes 16 de agosto el Concello de Pontevedra la adoptó. La concejala de Festas, Carme da Silva, la anunció en rueda de prensa y explicó que llevaban ya desde la semana pasada con esta opción sobre la mesa y este lunes se adoptó la "decisión definitiva" por una razón que consideran "obvia", su esencia son las aglomeraciones.
Carme da Silva recordó que "a esencia da Feira Franca son grandes grupos de xente en mesas particulares e hostalería comendo e gozando", de modo que se convierte en una fiesta que "congrega arredor da mesa un montón de xente" y con las nuevas restricciones aprobadas por la Xunta de Galicia que entran en vigor a medianoche es "inviable" organizarlo.
Con esas restricciones, que critica que "non son claras", y la situación de pandemia, es "inviable calquera posibilidade responsable" de que haya Feira Franca. También el año pasado la crisis sanitaria de la covid-19 había llevado a la misma decisión.
La responsable de Festas en Pontevedra indica que la Feira Franca sería el 4 de septiembre y que se desconoce cómo serán las restricciones para esa fecha, pero la fiesta no se puede organizar de un día para otro y la decisión no se puede demorar hasta el 1 de septiembre, de modo que se ha optado por su suspensión.
"É unha cita que necesariamente vai vinculada a grandes grupos de xente", insistió la edil pontevedresa, que anunció que tampoco se procederá a decorar la ciudad con los elementos que recrean una villa medieval, pues "o que fai a decoración é chamar a enganos".
De esta forma, ese primer fin de semana de septiembre se vivirá "exactamente igual que o ano pasado", esto eso, sin decoración para evitar confusiones.
El Concello sí ha decidido que parte de los recursos económicos que suelen destinarse a la organización de la Feira Franca se dedicarán este año a otras tareas como, por ejemplo, renovar estandartes y otros elementos de decoración y también a "coller forzas para o próximo ano".