Los presidentes de las juntas rectoras de las comunidades vecinales de Montes en Man Común de Forzáns, Gaxate, Fornelos y Verducido han decidido unirse al considerarse afectadas por el proyecto del embalse en el río Oitavén que el gobierno local de Vigo proyecta. Entienden que esta obra anegaría parte de las tierras de estas comunidades y por eso se alían para evitar su construcción.
El proyecto entienden que afectaría a las cuatro parroquias, en la zona limítrofe entre los municipios de Ponte Caldelas, A Lama y Fornelos de Montes. El Concello de Vigo había solicitado al Ministerio de Transición Ecológica a través de la Confederación Hidrográfica un estudio de alternativas que contempla esta creación, sobre la que no se ha pronunciado Augas de Galicia, organismo dependiente de la Xunta.
En el estudio, la empresa madrileña encargada de la elaboración describe la zona donde se proyecta el embalse como un "páramo", definición que rechazan las cuatro comunidades vecinales afectadas.
Señalan que es un espacio con importantes valores ambientales, con vegetación de ribera muy frondosa y dominada totalmente por especies autóctonas. La zona también cuenta con elementos del patrimonio histórico y cultural con, entre otros, el Camiño Real dos Arrieiros que transcurre entre Ribadavia y Pontevedra; una ruta que en el siglo XVIII fue vía de exportación del vino de O Ribeiro y de transporte de sardinas, que llamó la atención del Padre Sarmiento, tal y como figura en un manuscrito que guarda el Museo de Pontevedra.
Las comunidades recuerdan que se trata de una zona de promoción turística, característica por su paisaje y arquitectura del entorno.
Ante esta situación, entienden que este nuevo embalse supondría un "desastre ambiental y social sin paliativos" afectando a la convivencia de la población. Los responsables de estos colectivos consideran "errado" el estudio de alternativas que se ha presentado al Concello de Vigo porque, entre otras cuestiones, omite las políticas de ahorro y se centra en la misma cuenca hidrográfica que tiene limitado su potencial de agua y que ofrecería un resultado "muy reducido".
Alegan, por último, que esta iniciativa es el reflejo de un problema grave que manifiesta el desequilibrio territorial con superpoblación en la costa frente al abandono del interior. Reclaman "políticas serias y rigurosas exentas de frivolidades y localismos" al grito de "salvemos al río Oitavén".