Las plazas del centro histórico de Pontevedra han sido un hervidero de gente durante el primer fin de semana de las Fiestas de la Peregrina.
No hubo grandes incidencias nocturnas a pesar de las miles de personas que abarrotaron la ciudad. Apenas un conato de pelea y varias atenciones por intoxicaciones etílicas.
Una circunstancia que se ha podido observar este año es la reducción del número de peñas juveniles, anteriormente vinculadas a los festejos taurinos.
Por el contrario este año ha llamado la atención los botellones protagonizados por adultos. Respecto a los motivos de este nuevo fenómeno los propios participantes aportaban algunas explicaciones como la falta de sitio en locales y terrazas para poder atender a la multitudinaria presencia de ciudadanos y también hay quienes justifican el botellón por ser una fórmula mucho más barata.
Ha sido muy aplaudida la iniciativa de los hosteleros de Hoempo de instalar ocho urinarios en la calle Marqués de Aranda y en la Plaza de Santa María.
Muchos de los que participan en la celebración de peñas echaron en falta también más contenedores en las plazas en los que poder tirar los residuos o el vaciado de los ya instalados ya que desde muy temprano se encontraban llenos y con basura acumulada junto a ellos.
A la espera de los datos oficiales por parte del Concello de Pontevedra, operarios del servicio de limpieza que trabajaron en el dispositivo de este fin de semana trasladaban su convencimiento de que este año se generó menos basura que en anteriores fiestas de la Peregrina.