La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dejado este martes visto para sentencia el juicio contra Jose F.B., un hombre acusado de los delitos de violación con introducción de miembros corporales por vía vaginal y lesiones en el ámbito de la violencia de género, por presuntamente agredir, a intentar violar a su pareja en la madrugada, del 3 de diciembre de 2021 en el domicilio en el que convivieron hasta esa misma noche en A Estrada.
El acusado, para el que la Fiscalía pide una pena de 14 años y ocho meses de prisión, negó los hechos y tan solo reconoció una discusión. La supuesta víctima falleció antes de que el caso llegase a juicio, de forma que este martes se reprodujo su declaración durante la fase de instrucción. En ella, confirma las altas dosis de violencia de su ahora ex pareja.
Durante su declaración ante el tribunal, el acusado reconoció solo una discusión. "Le dije que tenía que irse a su casa", explicó. Y añadió que "simplemente la agarré, porque podía hacer una locura, como cortarse las venas” y la tiró sobre la cama "para que se estuviese quieta".
A preguntas de su abogado defensor, relató que discutía con su entonces pareja "a menudo" y que ella tenía "celos " con frecuencia "si me veía con otra chica". También insistió el acusado en que él es la quinta pareja a la que ella denuncia por agresión, algo que hace "con todos".
Añadió, asimismo, que una semana antes de los hechos, durante un viaje a Asturias, ella se intentó suicidar "tirándose del coche en marcha " y que ese día consumieron cocaína los dos y estuvieron toda la tarde practicando sexo.
En cuanto a la declaración de la víctima, el relato que se escuchó en la sala de vistas, señala que aquella madrugada primero mantuvieron una discusión porque "él quiso hacer el amor, yo no quise y se enfadó todo". Luego ella le dijo que quería dejar la relación "porque su estilo de vida no cuadraba para nada con el mío" y él reaccionó poniéndose "agresivo y obligándola irse para su habitación.
Ya en el cuarto, empezó la agresión que ella relata. "Me cogió de las manos, del pelo, me tiró contra la cama y la rompió y me tiró contra la ventana, que también rompió". También le rompió los pantalones del pijama, la dejó desnuda y la obligó a ponerse a las cuatro patas. Hubo forcejeo e insultos.
En un momento en que él salió de la habitación, ella fue a la cocina, desnuda, abrió la persiana y la ventana y pidió socorro, sin que nadie la escuchase. Él se acercó, cerró la persiana, le puso un cuchillo al cuello y le dijo "¿esto es lo que quieres, arruinarme la vida?".
"Me decía: eres una mierda, una puta, una basura, te vas a ir a la calle así desnuda como puta que eres", explica la chica. Tras la discusión y tras agredirla y violarla con los dedos, él mismo la llevó a casa de su madre en coche y, de camino, le dijo: "ahora te voy a llevar al cementerio que es donde tienes que estar".
Los dos agentes de la Guardia Civil que acudieron a la llamada de auxilio de la supuesta víctima la noche de los hechos confirman que ella estaba "muy nerviosa" y que tenía lesiones "visibles" y "evidentes".
También los médicos que la atendieron en urgencias confirman esas lesiones en la cara, el costado, las piernas, la rodillas o el cuello, y que estaba "muy alterada".
En urgencias, se activó el protocolo de actuación ante casos de agresión sexual y en la sala de vistas declararon también el forense que la atendió ese día y un segundo que hizo una valoración posterior.
El primer forense explicó que "en la exploración genital, no encontramos lesiones", pero si a nivel físico. Ambos señalan que "no parece probable que fuesen lesiones autoinfligidas", como asegura el acusado. Son lesiones "compatibles" y "coherentes" con su relato.