Para el Ministerio de Sanidad la solución óptima para completar la inmunización de los menores de 60 años, vacunados con una primera dosis de AstraZeneca, es que la segunda inyección sea de Pfizer. Así lo acredita el estudio realizado en España.
Pero ante las críticas de varias comunidades, entre ellas Galicia, las autoridades sanitarias han optado por una decisión salomónica, según ha explicado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Los afectados, cerca de un millón y medio de personas en toda España, podrán elegir completar su pauta con una segunda dosis de AstraZeneca o hacerlo con el suero de Pfizer.
Eso sí, para poder recibir la vacuna de AstraZeneca habrá que firmar un consentimiento informado. Si no aceptan, se les inyectará la vacuna de Pfizer como estaba previsto.
Dejar esta decisión en manos de los que deben ser vacunados, mayoritariamente personal de servicios esenciales, obedece a circunstancias "excepcionales y extraordinarias". Es decir, no se extenderá a otras situaciones. Nadie más podrá elegir qué vacuna se pone.
"Creo que es importante esta decisión, una de las más difíciles que hemos tenido que abordar. Pero creo que es una buena decisión", ha señalado la ministra.
Esta medida deberá ser avalada por el Comité de Bioética de España, al que se le preguntará si se puede permitir que unos ciudadanos puedan elegir qué vacuna reciben, una posibilidad que seguirá vetada para el conjunto de los españoles.