Tras conocerse los nuevos planes de Ence para Lourizán -con menos inversión de la comprometida y la paralización de la planta de biomasa-, han comenzado a sucederse las reacciones desde el ámbito político.
El primero en pronunciarse ha sido el vicepresidente de la Xunta. Alfonso Rueda reconoce que la planta de biomasa autorizada por el Gobierno se instalará en Huelva pero ha señalado que eso no significa que, "como xa o tiña anunciado Ence", la pastera vaya a renunciar a una instalación de este tipo en Pontevedra.
El gobierno gallego estará "vixiante", ha destacado Rueda, para que Ence cumpla el pacto ambiental firmado con la Xunta el año pasado, que recogía tres millones de euros anuales para ayudas sociales, la aportación de 15 millones para el saneamiento de la ría y una serie de inversiones en la fábrica "independentemente da biomasa".
El vicepresidente gallego, en todo caso, ha lamentado que las "dificultades" que encuentra Ence en el ayuntamiento de Pontevedra para "desenvolver o seu labor" puedan haber sido el detonante de esta decisión empresarial, ya que en Navia (Asturias) y en Huelva "non as ten".
"Ence terá que explicar se esa é a razón pero supoño que influirá", ha apuntado el político pontevedrés, que ha recordado que "ás veces" si a compañías de este tipo les pones "impedimentos" se llevan sus inversiones "para outro lado. "
A una empresa que crea puestos de trabajo, ha dicho Alfonso Rueda, "hai que darlle facilidades e non poñerlle dificultades de todo tipo". Así lo hizo la Xunta, ha reiterado, para que tras la concesión de la prórroga hasta 2073 la empresa "implicárase moito máis" con la comarca de Pontevedra.