Alfonso Rueda ha sido proclamado, por segunda vez, presidente de la Xunta de Galicia. Tomará posesión el sábado, 13 de abril, en San Domingos de Bonaval, donde también Gerardo Fernández Albor se convirtió en 1982 en el primer presidente de la Democracia en Galicia, pero antes, este jueves, lo han designado ya los votos del Parlamento.
El líder del PP fue proclamado por el presidente de la Cámara, Miguel Ángel Santalices, a las 18.11 horas de este jueves por mayoría absoluta de los 40 diputados de su partido y la abstención del único parlamentario de Democracia Ourensana. El resto de la oposición, votó en contra, 34 votos, 25 del BNG y nueve del PSOE.
Un aplauso de más de un minuto de su grupo, todos en pie, selló la proclamación, que llega tras dos días de debate de la sesión de investidura y con anuncio de última hora, la creación de una oficina económica que depende directamente de él como presidente para coordinar todos los proyectos estratégicos, "para que no se pierda una sola oportunidad, para hacer que Galicia siga avanzando", además de para agilizar los fondos Next Generation.
Es la segunda proclamación de Rueda, pero será su primera legislatura completa y, en ella, ha avanzado su intención de que "no venga la crispación a Galicia". Precisamente, de "crispación" ha hablado la oposición este jueves, durante sus intervenciones en el debate.
La líder del BNG y jefa de la oposición, Ana Pontón, mostró su compromiso con una "política de luces largas", lejos de la crispación que el PP está instalando en la vida pública, "enlamando el debate con la confrontación permanente, donde la legítima discrepancia es sustituida por el insulto al contrincante y por el todo vale". "Para formar parte de la Cofradía de la Perpetua Crispación que le impone Feijóo desde Madrid, no cuente con nosotros", advirtió la nacionalista a Rueda.
El líder del PSOE, José Ramón Gómez Besteiro, le reclamó que "ponga los intereses de Galicia por encima de la política de confrontación de Feijóo y el PP de Madrid". Le exigió que emplee la investidura "no para ser delegado de nadie, sino para ejercer como presidente de la Xunta, luego de la decepción de la primera intervención, el pasado martes, centrada en emplear el debate para atacar al gobierno del Estado".
Rueda, por su parte, ha avanzado que "nunca dejaremos de reclamar lo que nos corresponde" y también que seguirá hablando de Galicia en clave estatal. "Para hablar de Galicia en serio, hay que hablar de lo que está pasando en España".
A BNG, PSOE y DO le ha pedido Rueda "toca remar todos juntos". Justo antes, durante la mañana, Pontón había presentado al BNG como una alternativa de gobierno ante la falta de un "proyecto de futuro para Galicia" de un presidente "preso de la estrategia de Génova" que le imponen desde Madrid.
Pontón avanzó una legislatura de "rigurosa labor de control" sobre la acción de gobierno" y ofreció a Rueda cuatro grandes acuerdos de país, en materia de sanidad, acceso a la vivienda, modelo energético y regeneración democrática. Pidió al ya nuevo presidente que "no desprecie nuestra mano tendida; por una vez, escuche, dialogue negocie y teja acuerdos".
El portavoz del PSOE elevó a cinco los grandes acuerdos de país para poner en marcha un Plan de Vivienda, blindar la sanidad pública, la creación de un "ecosistema económico", la defensa del gallego y un Gran Acuerdo Local Gallego.
Besteiro comprometió una oposición "firme, constructiva y responsable", con "vocación de gobierno" para desplegar un modelo de gobierno alternativo "sin buscar culpables externos ni enemigos inventados".
El diputado de Democracia Ourensana, Armando Ojea, se centró en la política local y reclamó a Rueda revertir la "discriminación histórica" que ha sufrido Ourense desde la Xunta. Le dio su abstención como voto de confianza, pues "no me gusta cómo funcionó la Xunta de Galicia hasta este momento, pero confío en que cambie a partir de ahora".