Abel Losada, subdelegado del Gobierno en Pontevedra, hacía este viernes un recorrido con integrantes de la Plataforma Veciñal de Bora y Xeve que se opone a la construcción de la segunda fase de la autovía A-57.
Con estos vecinos caminaba por la zona afectada por el proyecto que tiene previsto acometer el Ministerio de Transportes y que afecta a las dos parroquias pontevedresas.
El subdelegado agradeció el clima de "franqueza" durante los distintos contactos con la Plataforma desde que mantuvo el primer encuentro el 31 de enero y abogó por avanzar en la búsqueda de un consenso que permita encontrar una solución que garantice el medio ambiente, el paisaje de la zona y la vida de la población en el rural.
El proyecto de la segunda fase de la A-57 conecta A Ermida con Pilarteiros a lo largo de cinco kilómetros. Es la continuación del que se está ejecutando entre Vilaboa y A Ermida, en la parroquia de Marcón.
El presupuesto para este proyecto es de 100,15 millones de euros y en mayo de 2023 lograba la Declaración de Impacto Ambiental favorable.
Afecta a los núcleos de A Cardosa, Corval, O Teso, Leirados, A Ermida, Pilarteiros, Xamín, O Quinteiro, As Pontes e Carabelos.
El Ministerio de Transportes tiene pendiente la licitación del contrato de servicios para la redacción del proyecto constructivo, según informan desde la Subdelegación. Este paso implicaría el último trámite de información pública para llevar a cabo las expropiaciones, antes de la licitación y ejecución de la obra.
CRÍTICAS AL PP
Losada aprovechó para mostrar su "perplejidad" por la actitud del Partido Popular. Recordó que los populares licitaron la primera fase en 2015 diciendo que esta obra era "un acto de justicia con Pontevedra" y ahora, señaló, tiene la "desvergüenza de situarse a la cabeza de la oposición a la obra".
"¿Cómo puede ser que una exministra de Fomento, Ana Pastor, además residente en Pontevedra, estuviera hasta hace muy poco tiempo protestando por el lento ritmo de las obras de la primera fase y ahora se calle mientras su partido pide la paralización y que el proyecto de la segunda fase se meta en un cajón?", se preguntaba el subdelegado del Gobierno, que defendió la coherencia del vecindario.